[72] Carla: Paz

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Reconcíliate con Dios, y recupera la paz; así él te devolverá la prosperidad. Permítele que él mismo te instruya; y pon sus palabras en tu corazón. Si te vuelves a Dios, él te levantará; así alejarás de tu casa la aflicción.

Job 22:21,22,23

Capítulo 72
Carla: Paz.

Carla Alvarado.

   Mi mente ya no da para más. Estoy cansada de seguir leyendo los comentarios que me mandan por privado.

   He llegado a pensar, seriamente, que las personas no tenemos sentimientos como para ayudar a los demás; pero mis abuelos me han demostrado todo lo contrario. Ambos me han estado apoyando en medio de toda la situación que me arropa.

   Junior también me ha prestado su compañía, lo cual se lo agradezco. Siempre lo he querido como mi hermano, a pesar de que muchas veces peleamos tanto; nunca quise que sufriera por mi culpa. No me comporté de la mejor forma, y lo reconozco. Mi ambición me llevó a arruinar la relación amorosa de mi hermano; pero en cierta forma me ayudó a tener una mayor cercanía con él. He querido aclarar las cosas con Flor para que no culpe más a mi hermano por un problema que yo misma provoqué; pero Junior me ha dejado en claro que no quiere saber más nada de ella.

   Con quienes no tengo una buena relación en estos momentos es con mis padres, aunque no sé si seguir llamándolos así.

   Enterarme que soy adoptada, y que además fui casi un aborto, hizo que un golpe fuerte llegara a mi corazón. Todo este tiempo estuve viviendo una vida de mentiras, y es por culpa de los que yo conocía como padres. Jamás fueron sinceros conmigo, hasta hace unas semanas atrás. Estoy segura que si yo no hubiera escuchado esa plática de mi mamá con mi abuela quizás nunca sabría que soy adoptada.

   Mi madre biológica nunca me quiso; su mejor opción fue abortarme, como si fuera un saco de basura. Ya desde pequeña he venido con problemas, por eso es que estoy entendiendo que mi vida está destinada al fracaso y los problemas.

   Se supone que tengo novio; pero él ni siquiera ha venido a visitarme para saber si me encuentro bien. Los simples mensajes que logra escribirme es porque yo misma le escribo, ya que ni siquiera se atreve a dar el primer paso de escribir. Siento que para Benjamín yo no existo, o simplemente no le importo. Lo que pasó en aquella fiesta sólo quedó hasta allí, no continuó con más relevancia.

   Tanner, por otro lado, fue una obsesión para mí cuando lo miré por primera vez. Recuerdo el primer día de clases, era nueva en el colegio y no conocía a la mayoría de las personas. Mi hermano me mostró muchos lugares, y me explicó donde yo vería clases; pero cuando noté a Tanner caminar por los pasillos mi mente se fue de este mundo. Me imaginaba los miles de escenarios donde yo estaba con él, siendo su novia. Desde ese primer día me comprometí a por lo menos saludarlo para hacerme su amiga; pero sentía tanta pena en hacerlo que preferí no acercarme, simplemente disfrutaba mirarlo desde lejos. Cuando supe que la mejor amiga de mi hermano se hizo novia de Tanner; se produjo una rabia en mi corazón, ya que yo quería ser su novia. Por unos días me calmé, ya que yo sabía que Tanner andaba con muchas chicas sólo por diversión; pero cuando noté que la relación iba en serio no pude controlar la rabia que sentía. Micaela se había convertido en la novia de Tanner, y ambos empezaban a ser la sensación de los diversos colegios de la ciudad.

   Benjamín, en cierta forma, hizo que mi obsesión por Tanner se fuera desvaneciendo de mi corazón; pero las cosas que en ciertas ocasiones Tanner me obligaba a hacer también produjeron que yo me llenara poco a poco de rabia hacia él. Sus amenazas con mis fotos desnudas me hizo entender lo peligroso que era para mí, así que preferí decirle la verdad con respecto a las fotos de mi hermano y Micaela. Yo sabía muy bien que eso lo iba a molestar mucho; sin embargo no me importó.

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