El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano.
—Proverbios 17:17—
Capítulo 38: Ruptura.
La segunda hora de clase ya había comenzado, y muchos de los estudiantes prestaban atención a lo que el profesor explicaba.
La mente de muchos jóvenes estaban colocadas en otros pensamientos acerca de sus vidas, logrando que su concentración no estuviera precisamente en la clase que el profesor estaba explicando.
Antonieta desde su asiento miraba el rostro de muchos de sus compañeros, notando que efectivamente habían rostros pensativos.
Tanner, por ejemplo, mantenía un rostro serio, lleno de molestia y cierta ansiedad. Antonieta supuso que el chico estaba así por el problema que estaba sucediendo en las redes sociales entre él y Micaela.
El rostro de Lucas dejaba mostrar algo diferente, su semblante dejaba ver claramente que estaba triste. Sus ojos no irradiaban ese típico brillo de alegría que siempre mantenía. La frustración era evidente, y sus ganas de descansar no podían ocultarse.
Bianca rayaba con su lápiz la última hoja de su cuaderno mientras su mirada estaba un poco ida. Era muy claro que no estaba prestando atención a lo que el profesor estaba explicando, y si llegara el momento de preguntarle algo acerca de la clase de seguro no podría responder.
Antonieta incluso llegó a mirar a Uziel, quien estaba sentado en los últimos asientos como de costumbre. El chico le mostró una pequeña sonrisa de boca cerrada y luego suspiró profundo para después seguir escribiendo en su libreta, con toda la calma que sentí. Antonieta sabía que algo le estaba sucediendo y él no se lo quería contar, así que no le quedó más remedio que esperar a que él confiese pronto lo que está sintiendo.
—Antonieta —llamó el profesor a la chica, logrando que ella se sobresaltara de sorpresa para luego mirar al profesor —¿Estás prestando atención a mi clase?
—Eh... Sí, profesor. Me queda claro el tema del terremoto.
—¿Ah sí? Dime entonces: ¿Cuál es la diferencia entre un terremoto y un temblor?
En ese momento todos en el salón posicionaron sus miradas en Antonieta, quien sentía cómo su corazón latía rápidamente en su pecho. Las preguntas en clase no eran su parte favorita, y más cuando se le preguntaba directamente a ella.
—La diferencia entre ambos es la magnitud. Los terremotos suelen llamarse así cuando los movimientos superan los 7,5 grados, mientras que el temblor suele identificarse cuando llegan a 4,0 grados —respondió Antonieta con cierto miedo. Inmediatamente al terminar su respuesta la campana del colegio empezó a sonar, indicando que ya era la hora del recreo.
—Muy bien, nos vemos en la próxima clase. Hasta luego, muchachos —dijo el profesor al acercarse hasta su escritorio para guardar sus cosas. Los alumnos se levantaron de sus asientos y empezaron a guardar sus cosas en sus mochilas para luego empezar a salir del aula de clases.
Tanner salió a pasos apresurados del salón, ansioso de conocer a la persona que estaba detrás de la página de chismes. Su molestia era clara en su rostro, pero trató de calmarse para no ser tan evidente. Sus amigos trataron de seguirlo, pero él fue muy claro cuando pidió que no lo siguieran ya que iba a hacer algo importante que inquiría mucha privacidad.
—Me iré adelantando al patio trasero —le informó Uziel a Antonieta, llamando de esa forma la atención de la chica.
—Pensé que iríamos al salón viejo como de costumbre.
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Relaciones de adolescentes
Roman pour AdolescentsRelacionarse es parte de la vida. En la etapa de la adolescencia surgen muchas relaciones, tanto buenas como malas, y ellas forman parte de lo que es conocer la madurez mediante las acciones que cometemos en nuestra vida como jóvenes. Diversos...