[6] Súper mandamiento

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Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

-Mateo 22:37,38,39,40-

Capítulo 6: Súper mandamiento.

Era la hora del recreo. Como siempre todos los estudiantes del colegio se disponían a comer sus alimentos en confianza con sus amigos y compañeros. Algunos bromeaban y otros divulgaban rumores de ciertas personas.

Bianca se encontraba sentada en una banca que estaba en uno de los pasillos. Ella estaba sin compañía de ninguna persona ya que le encanta comer sola su desayuno. De alguna manera le disgustaba compartir con las personas del colegio ya que no los creía del todo maduros.

Comer de su empanada de carne y beber de su jugo de melón a solas era lo mejor que ella podía hacer en el colegio. La hora del recreo de alguna forma se convertía en una hora favorita para ella ya que le gusta comer de las empanadas del cafetín.

Antonieta iba pasando caminando junto con Lucas y Benjamín por el pasillo en donde estaba sentada Bianca. Los tres chicos se estaban riendo por algunas anécdotas que Lucas estaba contando. Antonieta miró hacia un lado y saludó a Bianca agitando su mano mientras mostraba una amable sonrisa. Bianca por otro lado simplemente se dignó a alzar un poco su mano mientras veía cómo Antonieta caminaba junto con sus dos amigos.

—Esa chica no es una real cristiana, mucho menos Benjamín —comentó Bianca en susurro para sí misma.

Para Bianca nadie era del todo correcto, excepto ella en muchas ocasiones. De alguna manera se fijaba mucho en las cosas negativas de las personas y no le prestaba atención a las positivas. Para ella nadie era del todo positivo porque estaban consumidos por el pecado.

El lado de ver la vida no era nada agradable en la mente de Bianca. Todo para ella le parecía desastroso y sin ningún tipo de remedio.

Minutos después, por ese mismo pasillo, lograron pasar caminando Tanner y Micaela muy sonrientes bebiendo de unos vasos de refrescos. El chico mantenía su brazo derecho por sobre los hombros de la chica mientras caminaban poco a poco y conversaban acerca de la fiesta que se haría mañana por la noche.

Bianca los miraba con desagrado. Para ella los dos chicos eran una pareja de novios muy falsos. Bianca había escuchado de boca de otras personas que Tanner le es infiel a Micaela, y la pobre chica no quería darse cuenta de eso.

Cabe recalcar que son sólo rumores, no es noticia cierta.

—Micaela me da mucha pena ajena —comentó Bianca, seguido de darle un mordisco a su empanada.

—Hola, Bianca —saludó Uziel a la chica cuando dispuso a sentarse a un lado de ella. Bianca obviamente se extrañó ante la presencia del chico, así que lo inspeccionó de pies a cabeza.

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