41.
Oficialmente el capítulo más largo que he escrito, siéntense y léanlo con paciencia. Feliz año nuevo :3
....
—Pensé que no vendrías— susurré, bajando mis manos a las suyas.
—No me habían dado permiso, pero el muchacho con el que tienes sexo salvajemente al parecer conoce mucha gente y heme aquí, además de que nos iban a traer en jet privado, Agna nunca se resistiría a eso— respondió tranquila, haciendo rodar los ojos por el detalle que había dicho en medio de su oración.
— ¿Tienes que decir que tengo sexo salvajemente con él? Eres mi mamá; suena raro— la mirada en sus ojos cambió a una más astuta, y ahí supe que no debí haber dicho nada.
— ¿Ahora sí te da vergüenza? Porque no creo que te haya generado no la más mínima pisca de vergüenza el haberte quedado toda una semana fuera de casa para quedarte en la suya— se cruzó de brazos y asintió repetidas veces al ver mi expresión—. Eso creí. Ya me contaron todas tus fechorías, pero ahora te dejaré disfrutar— sonrió más dulce y depositó un beso en mi frente—. Feliz cumpleaños. Estaré arriba previniendo que Maxon y Klaus devoren todo lo que sea comestible— acarició mi mejilla y pasó sus ojos al hombre detrás de mí, antes de darse la vuelta y subir al ascensor que debía dejarla en mi piso.
—Trajiste a mamá— solté, viéndolo directo a la cara pero a la vez pensando en todo lo que mamá tendría para decir.
Yo era una adulta, pagaba muchas de mis cosas por mi propia cuenta, pero nada de eso evitaba que también fuese una simple mortal que debía escuchar consejos y ponerse límites, y la encargada de precisamente darme órdenes y colocarme esos límites, era mamá.
En Alemania nunca me había ido una semana de mi casa para estar con un tipo, solo sucedía por cuestiones de trabajo y la mayoría de veces era acompañada por mi progenitora. Apenas y estaba entrando a los veintes, así que era muy propensa a cometer estupideces, por eso como todos, debía acatar ciertas reglas y aceptar regaños que al final de cuentas me terminarían ayudando.
—Yo no la traje, la trajo el avión— bromeó, riendo para relajarme un poco—. ¿Qué pasa? ¿No te gusta que haya alguien que si te controla en cuesta medida?
—No, querido, solo que ahora deberás o entrar a mi habitación a escondidas o demorar días sin tener sexo— su sonrisa desvaneció al instante, pero yo no me detuve a mirarlo por mucho tiempo—. De igual forma gracias por traerla— le di un beso en la mejilla y me dirigí al grupo de hombres que compartían una relación sanguínea con él.
— ¿Sin sexo? ¿De qué hablas, Davis? — Dijo, yendo detrás de mí.
—Seguramente mamá hará que Maximilian se empiece a quedar conmigo y ahí volveré a ser la adolescente que pide permiso para salir— aseveré, sabiendo que mamá no permitiría que me siguiese quedando sin un adulto que vele por mí, ya que yo soy quien cuida de Maxon la mayoría del tiempo y últimamente estaba pasando bastante con Tania.
— ¿Aun castigan a las niñas buenas cuando se portan mal? Pensé que eso de entrar a escondidas a una casa y pedir permiso al papá había quedo en mis épocas de secundaria— sus manos se cerraron en mi cintura como siempre y se quedó detrás de mí, viendo fijamente a sus hermanos y primos.
—Tendrás que empezar a portarte bien y trabajar en tener la aprobación de papá— vi a Olimpea colocarse frente a todos y sonreír encantada con Alice a su lado.
—Que así sea, Davis— dijo encantado sobre mi oído, alejándose completo de mí.
—Jefa, no sé si lo ha pensado, pero si quiere saber cómo se verá de mayor solo tiene que echarle un vistazo a su mamá— Anika metió las manos en los bolsillos de su abrigo y estudio a las personas frente a ella, antes de que Angelous y Laura se colocaran junto a nosotras. Para ese momento, ya Axel había pasado al frente para colocarse paralelo a sus parientes.
![](https://img.wattpad.com/cover/117122848-288-k631045.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Entre Rosas Y Balas.
Teen FictionDesde el punto de vista de Carolein, las rosas significaban varias cosas en concreto, incluso, si le preguntaban, era capaz de enumerar cada uno de los puntos. Primero: Amor. Segundo: Pasión. Tercero: Sangre. Cuarto: Guerra. Quinto: Fuerza. Porque e...