Capítulo 36.

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36.

Holaaaa.

Dije que lo subiría el lunes y en Colombia aun es lunes :3

Al fin me salió un capitulo corto ;3

Disfrútenlo

....

Poco a poco fueron llegando las personas, así fue hasta que todas cumplieron con la hora pactada.

Cuando los asientos alrededor de la mesa estuvieron llenos, presté toda mi atención a las caras que veía a través de las rejillas del conducto.

Podía reconocer bien a varios de los hombres que habían estado en la casa de Rossel el día que estuvimos en la piscina, pero no había rastro alguno de Rossel, su esposa o algunos sus tres guardias. En cambio, la melena platinada de Ely se movía de un lado a otro.

Era preciosa, siempre había considerado que las chicas de piel muy pálida y cabello casi blanco eran demasiado hermosas para este mundo, pero ella hacia que toda esa belleza se opacara con su actitud altanera y sentido de posesividad por un hombre que la engañaba con media ciudad.

¿Así Karsten planeaba que me lo tomara en serio? Si engañaba a Ely era lógico que lo hiciera conmigo también, o no pensaría que era tan idiota como para creer que conmigo sería diferente.

Ya casi al final de la mesa, pude visualizar el rostro de aquel político que había comprado a Alice. Lo más probable era que estuviese enojado por haber perdido a la niña y solo estaba esperando a que Axel regresara a la ciudad para ajustar cuentas.

Degenerado.

Había mandado un correo pidiendo que Axel se presentara por interferir en sus negocios, y de no cumplir lo solicitado, arreglarían las cosas a su manera. Sabía que Axel podría valerse por sí solo, pero sobre mi cabeza el maldito llegaría a hacerle un solo rasguño.

En total eran quince sin sumar los guardias. Sumando los dos que teníamos en las instalaciones de la organización, serían diecisiete los que estarían al frente del tráfico de menores.

— ¿Ely Rossel? — Cuestionó Maxon al momento en que le llegó el informe que había hecho por el reloj.

Al parecer la heredera estaba tomando partida de los negocios de sus papás, pero no quería conjeturar más al no saber en concreto el papel que su madre jugaba en todo eso.

Necesitaba saber todo sobre aquella mujer justo como necesitaba saber quién me había tomado las fotos y me había enviado aquel mensaje.

Mi estadía en Estados Unidos se estaba complicando mucho más de lo que habría planeado cuando supuestamente solo estaría para cumplir con mi labor.

Por lo menos había encontrado a un hombre que lo hacía tan bien que estaba más que segura de que si estaba me acostaba con otro, no tendría mi orgasmo. En conclusión, Axel me habría bloqueado la amiga súper mágica.

Mierda, ya le estaba diciendo como Maxon le llamaba cuando había personas menores y debía cuídate su vocabulario al extremo.

¡Concentrada en la labor, Carolein!

El maldito de Axel estaba cada día más metido en mi mente y me desesperaba tener que pensar en su lindo cabello castaño, sus mejillas hundidas, su perfecta y definida mandíbula, el huequito en su barbilla o en sus perfectos y claros ojos que pasaban del azul al gris claro con facilidad.

¿Cuánto demoraría su labor en Turquía? Me iba a volver loca si seguía así.

¿Si regresaría para mí cumpleaños? Sería en dos días y veía lejana su llegada, aunque no es que importara mucho. Mis cumpleaños nunca habían sido un evento magno ni nada por el estilo, papá siempre viajaba para verme y entre él y mi otro papá, Maximilian; siempre trataban de competir por quien me hacía más feliz con los regalos, pero siempre ganaba mamá.

Entre Rosas Y Balas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora