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Las puertas del ascensor se abren ante mi, dejando a la vista el salón a penumbras.
Avanzo lentamente por él esperando ver alguna señal de alguien despierto. Ya es casi medianoche y la fiesta de compromiso de Loan y Jess terminó hace un buen rato.
Veo su saco estirado encima del sofá. No hace mucho llegó. Giro a la esquina para entrar a la sala de estar y me llevo una sorpresa cuando veo a Liv parada en la cocina, sirviendo algo en una taza.Da un respingo al verme.
—¡Cariño! Santo cielo, me has dado un susto de muerte—admite, dejando la tetera a un lado y llevando una mano a su pecho. Luego me sonríe y se acerca a donde estoy, rodeando la barra—Max no me dijo nada que venías...
—Lo siento. No sabía que estabas despierta aún—le explico con cierto grado de culpabilidad. Ella hace una seña con su mano de que no es nada. Agrego:—No. No iba a venir... Pero necesito hablar con él. ¿Está aquí?
Parece captar la urgencia en mi voz, así que niega con la cabeza.
—Está en la piscina de natación en el último piso. ¿Sucedió algo? Lo vi algo alterado pero apenas entabló conversación conmigo.
Sacudo la cabeza. Intento pensar en algo para no dejarla preocupada, pero su mirada me indica que no se va a comer el cuento fácilmente. Respiro hondo.
—William—digo, en un murmuro.
Rueda los ojos y con un suspiro sonoro, me toma por los hombros, como si ya estuviera esperando esa respuesta.
—¿Ha dicho algo sobre el viaje frente a ti?—pregunta con suavidad. Asiento—Ese hombre... —frunce los labios con desaprobación—Pero si algo puedo decirte de apoyo, cielo, es que no hagas caso a lo que diga. Es un hombre resentido con la vida y hará todo lo posible por controlar lo único que le queda: a Max. Y seguramente se ha dado cuenta de que tú no te dejas pisotear, va a intentar persuadirte de salir de la vida de su hijo.
—No creo que sea justo lo que está haciendo. Lily lo traicionó y Max se está dejando manejar como una marioneta.
—Tal vez... Max deja que lo haga porque se siente culpable por lo que ha sucedido con su mamá. Y porque, mal o bien, William es la única familia que le queda todavía en tierra—dice con cierto tono de angustia—Pero eso no debería interponerse entre ambos. Él... Él nunca había estado de la misma forma que ahora. Contigo aquí...—niega con la cabeza—Ha mejorado. Solo que... De alguna manera, sigue siendo un niño con querer enorgullecer a alguien que nunca se ha fijado en él como tal.
Sus palabras consiguen hacer que vuelva a tomar aire y mis manos tiemblen. Liv tiene el poder de hacer que todos mis sentimientos e inquietudes salgan a la luz con rapidez. No sé que tiene, pero me reconforta hablar con ella de algo que conoce tan bien.
—¿Crees que quiera hablar conmigo?
Me da una sonrisa dulce. Acaricia mi mejilla con delicadeza.
—¿Por qué no vas y lo averiguas? Aunque estoy segura de que sabes esa respuesta.
Y eso hago. Subo los siguientes siete pisos que dan con el gimnasio y las piletas techadas del edificio. Sabía que Max tenía de estos lujos aquí, pero nunca tuve la posibilidad de verlos en persona.
En cuanto salgo al pasillo que me lleva a las maquinas de deporte, las cruzo con lentitud. Hay silencio por todas partes. Las luces tenues es lo único que hace que pueda ver al caminar entre todos estos aparatos. Busco alguna puerta que me lleve al agua y la encuentro al final del pasillo, junto a unos grandes cristales que dejan ver a la perfección. Me cuesta unos segundos dar con él hasta que veo el agua balancearse.
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DESTINOS ENCONTRADOS.
Storie d'amore𝑀𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑚𝑎́𝑠 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑐𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟 𝑒𝑙 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜, 𝑒́𝑙 𝑣𝑒𝑛𝑑𝑟𝑎́ 𝑐𝑜𝑛 𝑚𝑎́𝑠 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑟𝑑𝑎𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑐𝑎𝑝𝑎𝑟. Samantha estaba bien siendo asistente de...