Yo sere tu Angel - H.s

Capítulo: 49

Capitulo: 49

Narra Harry:

Me gustaba la forma en que estiraba sus labios formando una sonrisa, o como ponía sus cejas rectas cuando se enojaba, me gustaba como sus ojos le brillaban cuando me miraba, o como su piel se erizaba cuando la tocaba. Me gustaba como temblaba cuando la abrazaba, o como su respiración se calmaba cuando yo la rodeaba. Me gustaba como era mientras estaba conmigo, lo simpática, lo gruñona, incluso, lo frágil. Me gustaba todo de ella, incluso hasta sus imperfecciones. Era perfecta, de un perfil bajo pero a la vez muy carismática. La quería a pesar de su pasado, o sus demonios. La quería a pesar de sus cicatrices o su poco peso. Y también la quería por como hacía que yo sea con ella, no debía fingir alguien que no soy, hacía que me ponga helado cuando me miraba, o que me ponga débil estando cerca de ella. Me gustaba la manera en que me hacía sonreír, o como hacía que yo la trate. Tan solo me gustaba cuidarla, quererla y protegerla como jamás lo hice con nadie, pero siempre solo será ella.

Y ese era mi más grande temor, que todo de ella me gustaba, que de apoco iba pasando los limites. ¿Qué pasaba si me enamoraba de ella? Esto se me estaba complicando. Ya no había más nada que hacer para evitarlo, pues, todo ya se estaba dando, ¿y si yo le seguía ese beso? ¿Hasta qué punto hubiéramos llegado? Con solo pensarlo me estaba arrepintiendo de no haber sido lo suficiente hombre para tomarla en mis brazos y besarla, pero fui lo suficientemente cobarde para rechazarla.

Mierda.

-¿Harry? -susurró con su voz suave, mientras se sentaba en la cama, frotando sus ojos. Pues se había quedado dormida arriba de mi pecho, en mis brazos- ¿Porque no me has despertado? -preguntó un poco confusa.

-No lo sé, capaz porque me gustaba verte dormir... -susurré sonriendo. Ella sonrío y agarro el almohadón para luego tirármelo en la cara- Ya galán, ¿qué hora es? -preguntó luego de levantarse de la cama.

-Las 4 pm ...-contesté mirando la televisión.

-¿no has dormido nada? -preguntó mientras miraba su móvil.

-no...-Susurré cambiando de canal- no tengo sueño... -agregué.

-Ah, bueno... -dijo mientras subía sus dos hombros a la misma altura, para luego bajarlos- ¿Qué haremos?

-No lo sé, si es por mi podemos quedarnos todo el día aquí, solos, los dos juntos. -Afirmé apagando la televisión, para prestarle más atención a ella.

-¿Acaso no paró de llover? ¿O quieres volverte loco estando conmigo? -susurró sonriendo, mientras lentamente se levantaba de la cama.

-Ya estoy loco... -susurré por los bajos, pero lo suficientemente alto para que ella pudiera escuchar.

-¿Qué has dicho Styles? -Susurró echando una hermosa y suave carcajada- ¿acaso estás loco por una mujer? -Preguntó elevando una ceja, dándose vuelta para ir hacia el ventanal para poder observar el tiempo.

-Te hace al dormir tanto nena...-susurré sonriendo, mientras me sentaba en la cama, mirando su hermoso cuerpo de espaldas.

-A ti te hará mal estar tanto tiempo conmigo...-respondió corriendo la cortina- no ha parado de llover. -afirmó.

-Ay que lastima, punto para mi... -contesté acostándome nuevamente hacia atrás.

Ella suspiró y se dio vuelta mirándome seria. Con los brazos caídos y un poco jorobada.

-Quiero salir... -se quejó sentándose nuevamente a mi lado- estoy aburrida.

-Que lastima... -dije un poco divertido, ella me volvió a fulminar con la mirada- si quieres podemos ir ya a tu casa...-agregué.

-Ni loca Styles, allí si que te volverán loco. -afirmó con total seguridad.

-Ya estoy loco nena, no te preocupes. -Agregué sonriendo- ¿quieres acostarte? -Pregunté viendo como ella nuevamente se paraba mirando hacia todos lados, buscando algo que hacer.

-No quiero...-agregó caminando delante de la cama, para luego darse vuelta y mirarme seria.

-¿Por qué me miras así? -pregunté levantando un poco mi espalda, para poner un almohada atrás y sentarme en la cama.

-Eres la persona mas aburrida que he conocido en mi corta y miserable vida. Harry Styles. -susurró entrelazando sus brazos. Amaba esos gestos.

-¿tu crees eso amor? -Pregunté levantándome de la cama.

Caminé hacia ___(tn), mientras ella observaba con mucha atención cada paso que yo hacía en dirección hacia ella.

-¿Qué harás? -Preguntó retrocediendo uno pasos atrás.

-Nada malo, no te alejes...-Ordené riéndome.

-Odio cuando te ríes desconociendo el motivo. -Agregó seria, caminando cada vez más hacia atrás.

-No me rio de nada cariño....-Agregué con una sonrisa en la cara- ¿quieres quedarte e un lugar por favor? Estoy tratando de llegar hacia ti. -Me quejé.

-Y te sigues riendo... -Afirmó- quédate quieto y yo también lo haré Styles, me das miedo.

Nuevamente reí y me quedé quieto. Ella también lo hizo. Amaba como formaba su cara tratando de entender que era lo que yo quería hacer.

-¿tienes cosquillas? -Pregunté amenazante, nuevamente acercándome más a ella.

-Oh no, que ni se te ocurra Harry... -Contestó un poco alterada, parándose en la cama.

Yo no contesté más nada y corrí hacia ella, agarrándola de las piernas antes que pudiera escaparse.

Narra Tn:

Caí arriba de los almohadones, ya era tarde para poder escaparme. Harry se subió arriba de mi cuerpo de una manera rápida, haciéndome cosquillas.

Sentía como mi corazón se me estaba por salir de la boca, mientras el hundía sus dedos en mi cuerpo, haciendo que me ría de una manera imparable. El aire se me estaba yendo y mi corazón se me estaba acelerando.

Ya no podía más.

-Ya, basta, Harry, por favor... -Ordené entre risas. Él también río y paró, estirando sus Brazos a la altura de mi cuello, sosteniendo con ellos el peso de su cuerpo para no aplastarme.

-Nunca tienes que decir que soy aburrido, corazón... -Agregó él mirándome fijamente a los ojos.

Sus ojos esmeraldas tenían un fuerte brillo, su boca estaba a tan solo milímetros y me estaba volviendo loca. Trataba de no embriagarme con su perfume varonil pero ahora su perfume invade mis fosas nasales. El tacto de su cuerpo arriba del mío estaba haciendo que se me erizara la piel, y su respiración arriba de mi cara hacia que mi corazón latiera de una manera no normal.

Nuevamente nos encontrábamos al borde de hacer algo que para él, no era lo correcto.