Capítulo: 41.
Narra Tn:
Me desperté por el sonido de mi alarma. Ya era lunes, hoy era noche buena. Hoy sería un gran día para pasarla en familia. Sin dudar dos veces, me senté en la cama tomando un suspiro para luego levantarme e ir directamente a bañarme.
Le había prometido a Bianca salir de compras con ella en tan solo 2 horas. Ya que a ella no la veía mucho desde que me he mudado.
Al parecer, esta tarde vendrían familiares para pasar navidad todos juntos. Odiaba cuando parientes de mis padres venían y preguntaban, analizaban y criticaban. Si era por mi me quedaba en cerrada en mi cuarto sin ver a nadie.
Se fijarían en mi cuerpo y en mi cicatrices, hablarían de eso una y otra vez en privado con mis padres dándoles concejos, o en la mesa, preguntándome como ha ido mi vida y bla bla bla bla.
Como que si les importara.
Cualquier pregunta que me harían de Harry esta noche, NO respondería, y ya le diría a mis padres que tampoco no lo hagan. Porque nunca falta el chismoso..
Tomé un suspiro enrollando la toalla sobre mi cuerpo, luego cerrando el grifo de la ducha. Caminé hasta el espejo y mire mi reflejo. Mierda, si que estaba destruida. Estaba demasiado flaca, y mis cicatrices se notaban muchísimo. Haría un cambio, tan solo uno.
Sonreí mirando mi reflejo, tratando de aceptarme, pero todo era en vano. Bajé mi mirada posándola sobre mi brazo izquierdo, el cual tenía el corte más profundo, ese corte que casi termino con mi vida. Ya estaba cicatrizado, y aun tenía las marcas de los puntos que me habían puesto. Con el dedo índice empecé a frotarlo suavemente arriba de mis cicatrices, sintiendo cada parte rota de mi piel. Me asusté cuando mi celular empezó a sonar. Mierda.
—¿hola?—pregunté luego de agarrar mi móvil, cepillando mi cabello. Era impresionante lo mucho que se me caía. Unos de estos días quedaría pelada.
— ___(tn), ya estoy en frente de tu casa...—Susurró Bianca con un tono alegre.
—bueno, no toques timbre. Iré a abrirte. Espérame...—ordené con el celular en las manos, dejando el cepillo arriba de una mesita. Corté la llamada y rápidamente empecé a vestirme.
Bianca siempre era así, una hora antes llegaba a mi casa cuando teníamos que salir. Ese simple detalle me había olvidado por completo, ¿y ahora? y ahora me estaba vistiendo a las apuradas.
Ya una vez lista, salí de mi habitación para luego bajar las escaleras y pegar una corrida hacia la puerta principal. La abrí y allí estaba ella, con una sonrisa.
—Lo que te extrañe...—susurró abrazándome fuertemente.
—Yo también... —contesté abrazándola aun mas.
Hace 5 días fue la última vez que nos habíamos visto pero para nosotras ya era una eternidad. Nuestras casas ya no quedaban cerca, y eso estaba en nuestra contra.
—Tomaremos un café primero, ¿quieres? —Susurró lentamente Bianca mientras nos separábamos— afuera hace mucho frio...—aseguró, mientras yo lentamente cerraba la puerta.
—Como quieras, ve a la cocina y prepara...—dije sonriendo. Ella me miró impresionada— y fíjate si hay algo para acompañar, biscochos, chipa, lo que sea...—agregué— yo mientras me terminaré de alistar...
—oh, vaya, ¿qué pasó ___(tn)? ¿a caso te atropellaron o algo parecido? —preguntó burlándose, yo solo negué con la cabeza.
—ya vengo, no tardaré...—susurré sonriendo, caminando hacia las escaleras.
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Yo sere tu Angel - H.s
Teen FictionY lo imposible había sucedido, él, su ídolo, se había enamorado de ella, de un ser perdido en la oscuridad, de su fan.