Yo sere tu Angel - H.s

Capitulo: 18

Capitulo: 18

 

Narra ___(tn)

No paraba de mirar hacia el ventanal. Hace precisamente 1 hora y 30 minutos que estamos esperando al Doctor, quien brillaba de su ausencia. Mi madre no dejaba de caminar en círculos, mandando mensajes con su celular.

Bianca, mi mejor amiga, se encontraba embobada en su Laptop, sentada en una silla a metros de mí. Mientras mi padre, Daniel, no dejaba de cambiar los canales del  televisor buscando algo interesante que mirar.

Bruno ya cansado, se había ido a preguntar a la secretaria si el doctor tardaría más de lo que tardó en llegar.

Suspiré y miré la pulsera que me había regalado Harry. ¿Que estaría haciendo él en estos momentos? Oh, claro, seguramente ya habrá llegado a otro país para poder cumplir con los demás conciertos.  Suspiré una vez más y levanté mi mirada posando en mi madre.

—¿Me puedes decir la hora Mamá? —Pregunté curiosamente.

—Las 6 de la tarde hija…—Contestó por fin guardando su celular en su bolsillo.

Tiré mi cabeza para atrás, ya cansada de estar 3 días acostada en esta maldita cama, conectada a estos malditos cables. Admitía que estaba entusiasmada de salir de este horrible lugar solo para ir a mi casa y poder escribirle a Harry, quien, de seguro, ya se estaría alistando para el concierto de esta noche.

El ruido de la puerta al abrirse me desconcentró, como lo hizo con los demás.

Bruno entrabada con una sonrisa, y detrás había un hombre con un delantal blanco. Supuse que era el doctor.

—Buenas tardes Doctor…—Susurraron los demás dejando de hacer lo que estaban haciendo.

Bianca guardó la laptop en su bolso. Mi Padre apagó el televisor. Mi madre se acercó más a mí. Todos, exactamente todos teníamos la mirada posando sobre el Doctor, quien sonrío al ver nuestra expresión.

—Buenas tardes…—Contestó mirando a los demás, luego posó su mirada en mi— ¿Cómo te sientes? —Preguntó sentándose en una parte de la cama, al lado de mis piernas.

—Bien…—Contesté segura. Pues, después de todo, había estado bastante bien. Afirmaba que aun me sentía débil pero no tanto como antes, ya estaba un poco más convencida de que por lo menos levantarme y caminar podría. Ayer abracé a Harry, así que si eso pude, puedo cualquier otra cosa relacionada con fuerzas.

—Bueno…—Contestó— se te nota que estas mejor… La primera vez que te vi estaba muy pálida. —Aseguró— pero hoy ya estas con tu color normal…—Agregó levantándose— Puedes volver a tu casa ___(tn). —Afirmó.

Sonreí.

Narra Harry.

—Si sigues así, dejarás un gran poso redondo…—Se burló Niall mirándome fijamente. No contesté. Y seguí caminando en círculos, con mis brazos entrelazados.

—Vamos Harry, deja ya de pensar en ella…—Susurró Zayn poniéndose al lado de Niall, quien asentía dándole la razón a su orden.

—No estoy pensando en ella.. —Mentí. Pero si lo estaba haciendo.

Esto me está afectando y mucho. —Pensé—.

—Oh claro, y yo no soy Zayn Malik…—Agregó Zayn riendo. — Tienes que relajarte Harry, hazlo. —Susurró mirándome— Ni has dormido lo suficiente. —Aseguró.

Yo iba a contestar pero Alguien me interrumpió.

—Harry, ¡santo dios! ¿Qué te ha pasado? —Preguntó Lou poniendo la cara de impresión— Tienes unas tremendas ojeras y una cara demasiado cansada. —Aseguró viniendo hacía mí.

Niall y Zayn rieron. Yo los fulminé con la mirada.

—Vamos, te pondré un poco de maquillaje…—Ordenó Lou— No puedes salir así a dar un concierto. —Afirmó.

Caminé detrás de ella hasta que llegamos a un camarín. Me senté en una silla enfrente del espejo, y mire mi rostro y no estaba tan mal, bueno, un poco si, pero no tanto para decir que estaba horriblemente.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —Preguntó Lou mientras agarraba un poco de maquillaje.

—Claro…—Contesté bostezando.

—¿Es ella verdad? —Preguntó mirándome fijamente, como queriendo leer mis ojos, tratando de descubrir si es que decía la verdad o mentía con la respuesta.

—¿Ella qué? —Pregunté haciéndome el desinteresado.

—Ella te tiene así, ¿Verdad? —Repitió una vez más Lou mirándome. Yo bajé la mirada y agarré mi celular. No estaba por contestar— Vamos Harry, a mí no me negarás…—Se quejó sacándome mi celular.

—Oye….—Me quejé levantándome de la silla para poder agarrar mi móvil.

—¿Es ella o no? —Preguntó una vez más, mientra que estIraba su brazo para que yo no pudiera alzancar mi movil.

Suspiré. Sabía que no debía mentirle, porque, no podía mentirle a ella. Siempre se daba cuenta de las mentiras, siempre.

—Si, estoy preocupado, por ella. —Aseguré rindiéndome completamente.

Ella sonrío y me devolvió el celular. Yo me volví a sentar.

—¿Y qué esperas? —Preguntó Lou agarrando un poco de corrector de ojeras para ponérmela en la cara.

—¿Qué espero que? —Pregunté confundido.

—Para llamarla Harry…—Susurró ella, yo la miré— todavía puedes hacerlo, no estamos a muchos kilómetros, tan solo a un país. —Aseguró— Puedo prestarte mi celular si quieres, tengo llamadas a distancia…—Agregó.