|Capítulo 49|

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Viernes 13/septiembre/2019

03:18 a.m.


Abro mis ojos ante la nueva pesadilla que he tenido y asustada de no tener a Cris a mi lado comienzo a moverme de manera agitada, ignorando el dolor.

—Está bien, está bien—escucho su voz y ello me detiene de inmediato—estoy aquí.

—¿Dónde? —estiro mi mano sin poder levantar la mirada.

—Justo aquí—la toma entre las suyas y ello me confirma que no estoy alucinando.

Con fuerza y dificultad lo jalo a donde estoy y a penas lo tengo más cerca, lo abrazo con fuerza.

Cuando de abrazar o ser abrazada se trataba solo mis padres, Cris y una vez la doctora fueron la excepción, pese a que he tenido muchas visitas no he permitido que me toquen demasiado por lo que sé que es una sorpresa para él que me aferre de esa manera.

—Luz—susurro sin soltarle a lo que obedece de inmediato, encendiendo la lámpara a mi izquierda.

Y por fin lo veo.

El corazón me late a una velocidad preocupante.

Siento tantas cosas al mismo tiempo que es difícil de controlar.

No hablo, no hago nada, solo lo veo.

Su mirada me estruja haciéndome sentir real.

No es un sueño, realmente está aquí.

Derek Argon está aquí.

Nos observamos un momento y cuando he dejado de temblar se separa para comenzar a tocar mi rostro asegurándose de limpiar las lágrimas que ni siquiera sabía que tenía.

—Cris salió a beber café con mamá—señala.

—¿Y tú me estabas cuidando? —vuelvo a mi lugar sin soltar sus brazos.

—Sí—asiente dándome una sonrisa.

—Bien—asiento para pronto dejarnos en un silencio incómodo.

—Michell...

—¿Por qué? —le corto—¿Por qué no viniste antes?

—Lo hice—me hace saber—las visitaba por las noches para asegurarme de que estaban bien, paso las tardes en el pasillo para estar cerca en cuanto lo necesiten e incluso he estado pasando con la doctora como enfermero—ríe haciéndome recordar que los "enfermeros" siempre abandonaban la habitación aun sin hacer nada.

—Que locura—rio olvidando por completo mi pesadilla—no tenías que hacer eso.

—Solo no quería incomodarte—agacha la mirada.

—No lo haces en lo absoluto—niego con diversión—mira—señalo con la mirada mis manos apretando sus brazos—puedo tocarte y dejar que me toques sin problemas—ladeo la cabeza.

—Eso veo—asiente—me alegro de que te sientas segura conmigo—suspira aliviado.

Y ello me hace sentir un escalofrió por todo mi cuerpo, desde que desperté tenia escalofríos y sentía inseguridad cuando alguien se me acercaba, a excepción de Cristhi y mis padres.

Pero lo que siento con él es tan diferente, no es el tipo de escalofrió que siento normalmente por miedo o nervios, es algo más fuerte y conflictivo.

—Por favor mírame—le ruego comenzando a sentir mis propias lágrimas.

Y por fin lo hace, nuestras miradas cristalizadas se encuentran, aquellos ojos tan cálidos hacen que me relaje y sienta completamente segura y creo que le pasa lo mismo, ya que se ve más relajado.

Obsesión fatal. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora