Obsesión fatal. ✔

|Capítulo 11|

Lunes 08/abril/2019

Al finalizar el trabajo salgo de la oficina que comparto con tres personas más mientras mensajeo con Ryan quien dice estar en el estacionamiento, esperándome y con Cris quien está en otra área.

Michell: Iré al departamento.

Cris: ¿Sola o con Ryan?

Michell: Con Ryan.

Cris: Los condones están en mi habitación ;)

Michell: Estúpida.

Rio mientras guardo mi celular y pienso en él, ya que después de lo que había pasado en nuestra última cita y de dejarme en mi departamento las cosas volvieron por completo a la normalidad, me pidió disculpas y todo se solucionó, como si nunca hubiera pasado absolutamente nada.

—Michell—llama mi madre a mis espaldas, por lo que volteo de inmediato a verla—¿estás bien cariño? —cuestiona.

—Por supuesto—asiento con el ceño fruncido—¿Por qué no lo estaría? —me uno a su lado y comenzamos a caminar juntas.

—Es solo que te veo un poco diferente últimamente—ríe—¿estas saliendo con Ryan? —me sorprende, no se los había mencionado a mis padres aún.

—Sí—desvío la mirada—¿te lo dijo Cris?

—No—niega—fue el mismo Ryan—me sorprende—me lo dijo hace unos días y estaba esperando a que me lo contaras tú, pero no lo hiciste.

—Bueno, es solo que...—me detengo, en realidad no sé porque no se los había dicho.

—Sabes que puedes hablarnos para todo lo que necesites—besa mi mejilla—más tarde nos pasaremos por el departamento porque su padre quiere visitarlas—ríe, cambiando de tema, pero se ha dado cuenta, lo sé.

—Está bien, supongo que llegaran con Cristhi—la veo asentir, mi amiga había decidido extender sus horas de trabajo, pese a que odiaba la escuela, sus calificaciones eran altas y pese a que odiara que planeara y organizara todo, también manejaba bastante bien su tiempo por lo que se las estaba arreglando con la escuela y trabajo.

—Nos vemos después entonces, cuídate princesa—me sonríe.

—Adiós mamá—me adentro al elevador y me despido con la mano.

La primera vez que tuve un novio se lo dije a mis padres mientras daba brinquitos, estaba tan malditamente emocionada que quería compartirlo con todos por lo que estoy bastante confundida, aunque seguro es porque ya soy mayor, ya no soy una niña.

Cuando el elevador llega al último piso, salgo con una sonrisa y busco con la mirada a Ryan, que en cuanto me encuentra se acerca a mí para abrazarme.

—Hola amor —saluda mientras deja pequeños besos al rededor de toda mi cara con cariño y delicadeza haciéndome reír antes de que nuestros labios se encuentren y comiencen a interactuar.

Cuando nos separamos vuelve a sonreír antes de que caminemos a su auto y nos adentremos para después comenzar a manejar en camino a mi departamento.

—¿Quieres comer fuera?

—Quiero ir a casa—le hago saber—te preparare algo en casa, ¿bien? —propongo.

—En realidad no tengo hambre, solo quiero estar contigo—sonríe—mejor veamos una película en tu casa—se encoge de hombros.

—Eso suena bien—rio mientras lo observo.

—Entonces una película será—toma mi mano y la lleva a sus labios donde deja un beso.