|Capítulo 20|

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Lunes 06/mayo/2021


El silencio que hay en la camioneta de Derek parece abrumar a todos, pero sobre todo al chico que no entiende absolutamente nada, pero que igual decide no hablar sobre ello.

El día anterior Cristhina quería quedarse para hablar, pero se lo impedí y prácticamente la eché, no lo quise hacer con el propósito de pelearnos más, al contrario, llevaba días planeando una salida con su equipo de básquet y no quería arruinárselo, por lo que salió desde temprano y no logramos hablar más. Y para cuando regreso, me encerré y rehusé a volver a tocar el tema.

Hoy era el primer día de trabajo de Derek en la empresa y parecía emocionado, hasta que se encontró con nuestras expresiones al pasar por nosotras.

Mensajeo con mi novio, al que no pude ver después de lo sucedido ya que tenía demasiados trabajos de la universidad y sonrío al leer que pasara por mí después del trabajo.

—¿Ryan esta bien? —cuestiona el chico, haciendo que su hermana bufe, encontrando de inmediato el porqué del ambiente.

Los Argon son malditamente astutos.

Afortunadamente el martirio termina porque llegamos a la empresa, donde me bajo antes que ellos para no verlos más, aun me siento mal de pelear con mi amiga y no me siento capaz de mentirle también a Derek.

Me adentro a la empresa donde recibo varios saludos mientras me dirijo a mi oficina rogando para que mis compañeros no hayan llegado aún, necesito relajarme y respirar donde no haya nadie.

Pero ya ha quedado claro que el universo no parece estar de mi lado.

Al llegar a mi oficina me encuentro con una de mis compañeras riendo a carcajadas con Devon, justo al chico que evite todo el día en la escuela, en cuanto se encuentra conmigo, su sonrisa indica que estaba todo perfectamente planeado.

—¿Dejaras de huir? —sonríe de lado haciéndome suspirar.

—Yo... iré por café—dice la chica, desapareciendo en el acto haciéndome reír, porque, ¿Quién necesita café en una tarde de mayo?

—¿Cómo estas, niña? —se sienta en la silla que antes estaba ocupando mi compañera y comienza a dar vueltas en la misma, pese a que no le quiero cerca, la verdad es que me alegra ver que su labio roto esta mejor.

—Estoy bien—suspiro.

—Ni siquiera preguntare sobre si lo dejaste, porque tú evitándome en todo el día me indica que no fue así—sigue girando, sin verme.

—Si ya lo sabes, ¿Qué haces aquí? —no sé porque estoy tan preocupada de tenerlo cerca.

—Mi padre me envió a dejarles algunos documentos a tu mamá y ella me dijo que últimamente era un poco difícil verte incluso dentro de la empresa, recordé que también ignoras mis mensajes así que pensé en pasarte a ver y preguntar, ¿Por qué nos evitas a todos? —se detiene y me mira.

La verdad es que también evitaba un poco a mis padres dentro de la empresa porque sabía que si los veía y me preguntaban sobre mi relación o el cómo estaba solo me pondría a llorar por lo confundida que estaba.

—Entiendo que me ignores a mí, pero no por qué haces lo mismo con tus padres y Cris—lo miro nerviosa de que ella le haya contado—te vi escondiéndote varias veces cuando estaba cerca y por supuesto que es raro porque se la pasan todo el tiempo juntas—explica con el ceño fruncido.

Me relajo y por fin me acerco a mi lugar de trabajo para poder sentarme.

—Ella solo está exagerando las cosas y tuvimos un pequeño problema—le hago saber.

Obsesión fatal. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora