Jueves 18/abril/2019
Ryan me sonríe con cariño mientras bebe de su malteada.
Lo que había sucedido la última vez prácticamente había quedado en el olvido, una vez más las cosas se solucionaron casi sin darme cuenta, hoy se apareció en la salida de la universidad con un ramo hermoso de rosas para pedirme disculpas y ahora estábamos bebiendo malteadas mientras llegaba la hora en la que tenía que trabajar.
Me cuenta sobre su trabajo y el hecho de que se lastimo por cargar una caja mal la última vez, mostrándome su hombro que tiene un moretón bastante grande.
—¿Duele? —cuestiono mientras toco haciéndole gruñir—lo siento—hago una mueca.
—Sí, duele—ríe.
—¿Cómo llegaste a eso? —ruedo los ojos.
—Ni idea—cubre su hombro una vez más—además de que la cargue mal, un idiota me empujo y para que no rompiera lo que llevaba me moví de una manera bastante extraña y solo me golpee.
—Ten más cuidado, no me dejes sin novio tan pronto por favor—hago un puchero, logrando que tome mi barbilla y me bese con delicadeza.
—Lo prometo—susurra aun sobre mis labios.
Cuando me suelta y volvemos a acomodarnos en el lugar siento el rubor extenderse por todo mi rostro, además de que busco con insistencia mi muñeca para apretarla con cuidado, no importa que, Ryan continúa mandándome corrientes a todo mi cuerpo por los increíbles nervios que siento al estar cerca de él.
—Mañana deberíamos tener una cita por la noche—se emociona.
—Eso sería genial—le imito, pero pronto recuerdo que ya hay algo que debo de hacer—yo... lo siento—aprieto mi muñeca una vez más—ya tengo planes—hago una mueca—podrías venir si quieres—propongo.
—¿Qué es lo que tienes que hacer? —frunce el ceño.
—Mañana el hermano de Cris regresa a la ciudad e iremos a recogerlo al aeropuerto—explico.
—El hermano de Cris...—parece intentar recordarlo—¿tu ex novio? —lo recordó.
Asiento y puedo observar a la perfección como aprieta su mandíbula.
—¿No puede ir Cristhina sola? —vuelve a beber de su malteada.
—Pero prometí que iría con ella—me remuevo nerviosa.
—¿Por qué? Es su hermano, no el tuyo.
Más que mi ex, Derek es un amigo de infancia, una de las personas más importantes de mi vida y ojalá Ryan no lo viera solo de esa manera, pero lo entiendo, después de todo, es mi culpa.
—Puedes ir conmigo si quieres—vuelvo a intentar.
Parece pensarlo y también parece no llegar a ningún lado, solo suspira y desvía la mirada.
—Está bien, nos veremos más tarde o el sábado, debes acompañar a Cristhina y saludar a...—se detiene mientras me mira.
—Derek—susurro.
—Derek Argon—asiente al recordar el apellido de mi amiga—sí, debes saludarlo—sonríe, pero no me gusta lo que esa sonrisa remueve en mí.
Me hundo en mi bebida mientras me pienso en si hice lo correcto, tal vez solo no debí decirle, aunque mentirle seguro nos habría llevado a pelear una vez más, pero ahora que se lo he dicho también se ha molestado, entonces lo único seguro era sencillamente no ir a recibir a Derek y quedarme con mi novio.
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Obsesión fatal. ✔
Teen FictionMichell Holson es una buena estudiante, hija ejemplar, excelente amiga, simple y amorosa Le gusta tener todo siempre perfectamente planeado, siempre tiene previsto todo, nunca pasan cosas que ella no quiere que pasen. Hasta que él llega y sacude su...