|Capítulo 03|

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Martes 26/febrero/2019


Salgo de casa al atardecer para caminar un rato en el parque mientras espero a Cris que continúa entrenando en la escuela. No tardó demasiado en llegar y cuando lo hago camino por varios minutos viendo todo a mi alrededor, escucho a los niños reírse, a los chicos que juegan maldecir, algunas madres gritando, gritos y llantos.

Me detengo en las gradas donde veo el juego de futbol de algunas chicas antes de que alguien se siente a mi lado, sobresaltándome, al voltear encuentro el rostro atractivo del nuevo vecino, dejo de ver al frente y me obligo a no ser grosera.

—Hola vecina—saluda a lo que le sonrío, cambiando mentalmente mis planes, una vez más—Y... ¿qué haces sola? —cuestiona ante mi silencio, pero me interrumpe antes de que pueda abrir la boca— Bueno, sé que te gusta estar sola, tal vez lo quieras estar ahora y yo estoy aquí, incomodándote, lo correcto sería que me va...

—Cállate y déjame hablar— lo corto antes de que siga diciendo cosas sin sentido, no puedo evitar dejar salir una pequeña risa, él se sonroja y baja la mirada.

—Lo siento, me pongo nervioso con chicas tan lindas—se rasca la cabeza.

—¿Crees que soy linda? —muevo las cejas divertida.

—La persona que no crea que eres linda, tiene serios problemas—susurra aun sonrojado mientras levanta la mirada una vez más.

—¿Estas intentando coquetear conmigo? —bromeo.

—Eso intento, ¿Qué tal lo hago? —desvía la mirada.

—No sé, nunca nadie lo había entendido—me encojo de hombros indiferente.

—Imposible—se carcajea.

—Bueno, me atrapaste—levanto las manos—la verdad es que a pesar de que han coqueteado conmigo, nadie lo ha hecho tan mal como tú—niego con gracia.

—Tu risa es preciosa—dice sin dejar de verme, pero me sorprende que ya no existe una mirada cálida, ni su voz suave de hace unos minutos, ahora esta serio, con voz ronca y hay un brillo extraño en sus ojos—¿Quieres salir conmigo? —pregunta de repente.

—¿Perdona? —lo miro sorprendida.

—Te veo después, adiós— y antes de que pueda decir algo, me da un beso en la mejilla y corre, dejándome sorprendida.

Pasan algunos minutos antes de que Cris se acerque a lo lejos con algunas chicas a su lado, haciendo que deje pensar en lo que sea que acaba de pasar.

—Hola mi amor—saluda alargando la última letra a quien le sonrío.

Me levanto de mi lugar y me uno a ella quien se despide de sus amigas.

—¿Viste Insta? —ríe sin gracia mientras revisa su celular—hay nuevas fotos mías en todos lados—rueda los ojos—mi padre me va a matar.

—Quédate en casa, ¿sí? —pido preocupada a lo que asiente.

Caminamos juntas de regreso a casa donde mis padres nos reciben entusiasmados.

—¡Las chicas llegaron! —grita mamá mientras se acerca y nos abraza—hola princesas—dice mi madre mientras me abraza—las extrañe tanto—susurra mientras nos balancea de un lado a otro.

—Yo también quiero ser abrazado—dice papá mientras nos envuelve a ambas con sus grandes brazos—¿Cómo están las reinas de mi mundo? —cuestiona mientras besa nuestras frentes.

Las dos respondemos y les hacemos saber lo mucho que los extrañamos mientras seguimos abrazándonos por varios minutos antes de separarnos y escuchar nuevas noticias.

Obsesión fatal. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora