|Capítulo 29|

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Viernes 23/agosto/2019


Al terminar las clases, Cristhi y yo bebemos un par de bebidas frías mientras descansamos un poco ante el día tan ajetreado en la escuela.

—Los profesores me odian, no tengo dudas—dice mi amiga haciéndome reír.

—Debiste decirles que estas ocupada—ruedo los ojos.

—Pero se escuchaba divertido—hace un puchero.

Hace unos minutos le habían pedido que se encargara de un evento de su especialidad y pese a que estaba constantemente ocupada, no se había negado.

—Entonces no te quejes—le pido antes de sonreír al instante en cuanto lo veo salir con los demás chicos riendo a carcajadas.

—No entiendo porque lo detuviste—chasquea la lengua, desviando la mirada.

—Quiero sanar por completo—le recuerdo mientras lo veo alejarse al no darse cuenta de que estamos allí.

—Podías sanar a su lado—susurra.

—No sería justo para él—niego.

Entonces su celular suena con la llegada de un mensaje, que abre al instante y evita que yo mire.

—¿Qué pasa? ¿Quién es?

—Mi hermano—desvía la mirada mientras apaga el celular—aprovechará que no hay básquet hoy y se ira primero—juguetea con su bebida—saldrá a comer con la chica de la empresa...

—Ah—es todo lo que digo, tragándome de nuevo ese dolor punzante en el pecho—¿entonces te dejara aquí? —cambio el tema.

—Te lo dije antes, iré a la empresa porque Gaby me pidió ayuda en algunos archivos—se rasca con incomodidad—le dije a Derek que irías conmigo—parece arrepentida—pero puedo decirle ahora que te lleve al departamento y...

—No—la corto—estoy bien, puedo irme en taxi.

Sé que limita nuestras interacciones a solas con el fin de cuidar a su hermano.

Es lindo ver a Cris cuidando a su hermano, pero me entristece demasiado el hecho de que ya no paso tanto tiempo con él, de que ya casi no nos visita, sé que es por culpa de lo ocupados que todos estamos, pero amaría que su poco tiempo libre lo pasara conmigo y no con nadie más, mucho menos con otra chica que posiblemente está interesada en él.

—Estoy enamorada de Derek—susurro cuando lo veo desaparecer en su camioneta.

Y la bebida de Cris cayendo al piso me hace darme cuenta de lo que he dicho.

—Yo, no...—intento.

—Ni siquiera lo pienses—me detiene—ya lo sabía, solo que fue sorpresivo—suspira—pero ya lo has dicho, no sería justo para él—levanta lo que se le ha caído—y tampoco lo seria para ti, así que sana y no interfieras en los pasos de mi hermano—me sonríe con cariño antes de dar vuelta y desaparecer tomando un taxi.

Entiendo que este molesta, sé que ella sabe sobre los sentimientos de su hermano por mí y sé que estaba molesta por haberle pedido una cita para después pedirle que no lo intentáramos más.

Cris la está pasando mal y sé que solo está preocupada por mí y por su hermano y no sabe cómo ayudarnos a ambos.

Suspiro y siento una enorme necesidad de seguirla, de hablar con ella y solucionar todo, pero me pienso en que más tarde la veré y podremos hablarlo con calma por lo que decido ir a casa sola.


✨ ✨ ✨


Al llegar al departamento siento que algo anda mal, algo anda terriblemente mal.

Me asusta todo a mi alrededor y pronto me falta el aire, por lo que me recargo en la puerta.

—¿Hola? —hablo a la nada—Cris, ¿regresaste? —intento—¿Derek? —ruego.

Pero no hay respuestas por lo que solo lo dejo pasar, sintiendo que estoy alucinando.

Me adentro cerrando con seguro la puerta y voy directo a la cocina, donde bebo un vaso de agua, respirando con calma y tranquilizándome al instante.

Sigo asustada por la plática con Cris y el hecho de que he decidido enfrentarla a ella y a su hermano más tarde, así que solo me siento mientras me relajo.

Y solo cuando estoy mejor tras varios minutos decido levantarme una vez mas de mi asiento para dirigirme a mi pequeño estudio, aun tenia horas libres antes de ir a la empresa por lo que quería aprovecharlas al máximo.

Me siento frente al lienzo blanco y largo mientras tomo algunos de mis materiales en mano.

Sin miedo a mancharme, sin miedo a arruinarlo y sin miedo a nada comienzo a trazar.

Me siento feliz, realizada y completa cada vez que tomo un pincel en mis manos.

—Me alegro de que tu inspiración haya regresado—dice alguien a mi espalda.

Y no es necesario dar la vuelta para saber de quién se trata, el miedo que sentí a penas entre al departamento y el hecho de que todo mi cuerpo este temblando justo ahora son la prueba suficiente de que esto está pasando, de que él está aquí.

—Es una lástima que yo no soy el motivo de ello—susurra mientras lo escucho acercarse.

Quiero moverme, quiero gritar, correr y no verlo en lo absoluto, pero no puedo, todo mi cuerpo se ha paralizado por completo.

—Veme, te lo ruego—cada vez está más cerca—por favor, déjame verte—toca mi hombro.

—¡No! —por fin soy capaz de hacer algo.

Grito y me alejo, rompiendo el lienzo frente a mí con tal de alejarme de él.

—No me tengas miedo—parece dolido y el solo pensarlo me hace sentir más asustada.

El cambio en su voz, mirada y palabras siempre me sorprenden y asustan porque consiguen hacerme cambiar de opinión en cuanto a él.

—¿Quién eres? —susurro con dolor—¿Por qué continúas haciéndome daño? —sollozo.

Las lágrimas han comenzado a salir, pero a penas lo veo me derrumbo.

Me asusto. Me aterro.

—No tienes idea de cuánto te extrañe—se acerca a mí.

Pero ese miedo que siento sorprendentemente logra hacerme reaccionar, con toda la fuerza que he reunido le golpeo en las piernas e intento salir, pero él me toma del brazo y hace caer llevándome pinturas, trabajos y pinceles al piso conmigo.

Como soy capaz le doy un cabezazo en el rostro, sacándole sangre y aprovechando su dolor me zafo como puedo y salgo corriendo a la sala donde al llegar a la puerta me maldigo por haberla cerrado con llave, busco con desesperación como abrirla, pero fallo por completo.

Grito con fuerza, esperando la llegada de algún vecino e intento llamar desde mi celular, pero a penas aprieto el primer contacto que me aparece siento como toma mi cabello y estrella mi rostro contra la puerta.

—¿Michell? —escucho su voz—¿Mich?

Mi rostro vuelve a golpear con fuerza en la puerta, aturdiéndome y haciéndome soltar mi celular.

—Ya todo está bien—dice Ryan con una voz tranquilizadora antes de que pierda el conocimiento.

Y es de esa manera en la que mi jodido infierno comenzó.


💙💙💙

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Obsesión fatal. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora