|Capítulo 22|

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Sábado 11/mayo/2019


A dos semanas de la desaparición de Ryan y a una semana de su regreso y horrible actitud he tomado la mejor decisión para estar bien conmigo. Le ignore por estos dos días para poder relajarme antes de citarle de nuevo para por fin terminar esto.

Espero paciente y nerviosa sentada en el sofá de la sala de mi departamento, más temprano había acordado salir a una cena con mis padres y los Argon ante el hecho de que mi amiga estaba por llevar a cabo su primera tarea importante en la empresa y estaba demasiado entusiasmada.

Si todo salía bien, mi familia llegaría cuando todo se terminará para poder distraerme.

Tocan la puerta sobresaltándome y solo aprieto mi muñeca antes de respirar con profundidad y responder a los mensajes de mi amiga indicándole que Ryan ya está aquí para después abrir la puerta, encontrándomelo sonriendo.

—Hola preciosa —saluda mientras me entrega una rosa y me da un tierno beso.

Nuevamente es él, el chico que me gusta, por lo que me confundo aún más.

—¿Qué sucede? —cuestiona extrañado al observar mi expresión.

Y encuentro aquellos ojos que hace tanto no brillan, aquellos ojos que me encantaban y que me hacen dudar un poco, porque siento que me estoy rindiendo demasiado pronto, siento que aun puedo hacer algo más, pero estoy tan asustada de seguir intentándolo.

Recordar los primeros días y compararlos con estos últimos consiguen hacerme llorar.

—¿Qué pasa amor? —insiste, intentando limpiar mis lágrimas, pero se lo impido.

—Estoy tan cansada de esto—me alejo un poco de él.

—¿A qué te refieres? —frunce el ceño.

—Ya no estamos bien—le señalo y después a mí—esto, ya no está bien, antes me tratabas tan bien, pero últimamente todo te hace enojar, y yo, yo ya no aguanto más—sollozo.

—Dijiste que sabias el porqué de mi actitud—intenta acercarse—dijiste que tomarías responsabilidad.

—Pero estaba mal—susurro—me di cuenta de que estaba mal, el haber dicho eso cuando estaba con Derek me hizo sentir demasiado culpable y quería compensártelo porque creí que tus actitudes eran mi culpa, pero estaba equivocada, e incluso aunque así fuera, podríamos haberlo hablado, podrías haber hecho algo más que tratarme mal, insultarme, golpear a mis amigos y asustarme—limpio mis lágrimas.

—Podemos solucionarlo—intenta, reteniendo las lágrimas.

—¿Cómo? —hablo entre sollozos.

—No lo sé cariño, pero te amo y solo quiero que no me tengas miedo, quiero que volvamos a lo que éramos antes—las lágrimas también están ahora en sus mejillas.

Y esa expresión me mata por algunos segundos, me hace dudar y solo quiero abrazarlo.

—Quien ama no lastima—susurro, recordando las palabras de Derek—solo terminemos con esto ahora y déjame ayudarte, no importa si no estamos juntos, lo mejor es que los dos estemos bien.

—No—niega—podemos estar bien juntos.

—Ryan...

—Tú eres mi novia—me corta—me quieres tanto como yo a ti, sé que podemos arreglarlo—me causa una gran incomodidad su manera de verme, es como si fuera alguien diferente.

Ello causa que elimine de nuevo mis dudas, estoy asustada.

—No te atrevas a negar lo que sientes—niega molesto, confundido, asustado.

Obsesión fatal. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora