Obsesión fatal. ✔

|Capítulo 42|

Miércoles 04/septiembre/2019

Cristhina Argon.

12:18 a.m.

Conmoción es todo lo que hay, Madeleine quien ha sido la persona que por fin nos ha revelado la identidad de la mujer que ha estado ayudando todo este tiempo a Ryan es la primera en hacer un movimiento.

Se acerca a paso lento pero seguro a la mujer, a quien abraza con fuerza mientras ella llora de manera desconsolada.

—Lo siento tanto...—solloza entre lágrimas.

—¿Qué es lo que has hecho? —cuestiona la chica.

—Solo quería compensar a mi bebe, solo quería que tuviera todo lo que quería—las lágrimas no dejan de fluir—quería hacerlo feliz—murmura.

—No fue la manera correcta—le hace ver la chica—no estuvo bien.

—Pero-

Rachel, la madre adoptiva de Ryan se acerca a ella y le da una fuerte bofetada para después tomarla en sus brazos con una enorme gentileza y amor profundo.

—Podrías haberlo hecho feliz de otra manera—dice mientras peina su cabello con cariño—podrías haberlo hecho mejor.

Ello nos lleva a por fin procesar todo lo que ha pasado para después volver a la calma.

—Expliquen esto ya—pide Rezetti, con calma pero visible amenaza.

—Soy Lisa Sanz—declara la mujer tras limpiarse las lágrimas—soy la madre biológica de Ryan y he estado haciendo de todo para ayudar a mi hijo, incluso si no estaba bien lo que hacía.

—¿Incluso si eso significaba arrebatarle la libertad a mi hija? —cuestiona Gabý, con una calma que asusta—¿estabas dispuesta a ayudar a tu hijo incluso a algo como esto? —señala a su alrededor.

Ella no responde y Gaby no busca más.

—Sanz...—susurra Rezetti pareciendo recordar—un apellido poderoso—invita a las mujeres a sentarse—ahora todo encaja—suspira frustrado.

Dinero y poder era lo necesario para ayudar tanto a Ryan y al fin hemos descubierto que su madre es quien le ha ayudado ya que goza de ambas cosas.

—Lisa Sanz—escribe en su laptop para posteriormente leer—tras haberse separado de Ricardo Grazer y haber entregado la custodia del menor a su cuñado y esposa desapareció hasta que más tarde su abuelo murió dejando todo el dinero a su única nieta y familia siendo esa la última vez que se sabría de ella, se dice que abrió y dono dinero a fundaciones anti drogas, así como fundaciones que ayudaban a mujeres que sufrieron cualquier tipo de violencia, pero nada está comprobado—finaliza cerrando la laptop.

Su mirada es profunda y llena de preguntas, preguntas que no son necesarias hacer, porque ella responde todas sin intentarlo demasiado.

—Sí—asiente—todo eso es verdad, yo herede demasiado dinero con el que he estado haciendo cosas buenas.

—No tan buenas—la interrumpe uno de los hombres a quien Rezetti amenaza con un vistazo.

—Conozco gente que me debía favores, pague mucho dinero y había algunos de los míos entre los policías que los estaban ayudando—confiesa con vergüenza—hacer todo esto y complicarles tanto la tarea no fue difícil, pero no contaba con que tuvieran a alguien de la familia Rezetti entre los suyos—mira al hombre.

—¿Por qué lo hizo? —cuestiona.

—Soy de una buena familia—se decide comenzar desde cero—mis padres murieron en un accidente automovilístico y quede a cargo de mi abuelo paterno, todo estuvo relativamente bien hasta la universidad—parece recordar con dolor por lo que Rachel le aprieta la mano con cariño.