→ e i g h t

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→ Faith
Harry pasó un brazo por encima de mis hombros y otro por encima de los hombros de Sandy y, los tres juntos, empezamos a caminar hacia la salida, pero escuché una voz llamándome por encima de la música. Al girarme, vi a Bradley haciendo gestos para que me acercara, así que les indiqué a Sandy y Harry que me esperaran un momento, y fui junto a mi novio.

— Hey – le sonreí –. ¿Todo bien?
— ¿A dónde vas? Con Harry.
— A mi casa. También viene Sandy, ¿no la ves? Su pelo no pasa desapercibido.
— ¿Por qué te vas ya? Eres mi novia, y esta es mi fiesta. Deberías ser la última en irte. O quedarte conmigo ya que mis padres no están.
— Quiero estar con mis amigos...
— ¿Harry ahora es tu amigo? Ha empezado la noche siendo un idiota.
— Siempre ha sido un idiota, pero también ha sido mi amigo y seguirá así. ¿Te llamo mañana? – sonreí, besando su mejilla.
— Pero Faith...
— Ah, y vuelve a ponerle una mano encima a Harry y esto ha terminado.
— ¡No entiendo por qué le defiendes a él en vez de a mí!
— Porque es mi amigo, Brad, no tenías derecho a pegarle así porque sí. En serio, no voy a discutir contigo de esto aquí y ahora. Nos vemos mañana...

Le di un beso corto antes de acercarme a Sandy y Harry, que seguían esperándome. Ambos me miraban con mala cara, sabía que a ninguno le gustaba que estuviera con Brad. Pero era mejor estar con él que seguir sola como lo estaba antes.

— ¿Vamos?

Ambos asintieron con la cabeza y Harry volvió a pasar sus brazos por encima de nuestros hombros, mientras que mi mano y la de Sandy se enlazaron en la espalda de Harry. En la calle se estaba bastante bien, no hacía demasiado frío, por lo que tener que ir caminando hasta mi casa no era un gran desafío.

— Bff, estos tacones me están matando, en serio – se quejó Sandy –. Recordadme por qué me pongo tacones si soy un jodido pino.
— Porque quieres llamar la atención – le dijo Harry, negando con la cabeza. Era gracioso porque cuando Sandy se ponía tacones, era algo más alta que Harry –. No deberías llevarlos, me dejas en ridículo.
— ¡Crece!
— ¡Ya mido 1.85!
— Pues mide 1.90 – dijo Sandy, encogiéndose de hombros.
— Dios, estoy muy mal – me quejé, soltándoles a ambos y tapando mi cara con mis manos –. Recordadme por qué sigo bebiendo alcohol aunque el médico me dijo que no lo hiciera.
— Porque el alcohol mola – respondió Harry.
— No deberías beber, amor – dijo Sandy, haciendo un puchero.
— Pero... – gimoteé – me voy a morir.
— Ahora cuando llegues a casa te tomas algo y se te pasa, Faith. No seas drama queen – me dijo Harry.
— Puto.
— Déjala, pobrecita – me defendió la pelirroja –, ya sabes que el alcohol le sienta muy mal.
— Eres la única que me quiere – dije con un puchero.
— ¡Eso no es verdad! – reprochó Harry.
— Pero yo le quiero más que nadie – sonrió Sandy, sacándole la lengua a su novio.

→ Sandy
Estábamos los tres estirados en la cama de Faith mientras una película, a la que nadie le prestaba atención, seguía sonando de fondo. Normalmente poníamos un colchón en el suelo para que Harry durmiera ahí, pero nos había dado demasiada pereza y, al fin y al cabo, había suficiente confianza como para poder dormir juntos los tres alguna noche.

— Sandyyyy – dijo Faith, dándose la vuelta hacia mí.
— ¿Sí? – susurré, ya que Harry estaba dormido.
— Estoy mareada.
— ¿Tanto te ha subido el alcohol?
— He bebido bastante antes de que llegaráis...
— Amor, no bebas más... te pones muy mal cuando te emborrachas...
— Pero si no me emborracho no es divertido... – se quejó, abrazándome.
— No necesitas emborracharte para divertirte.
— ¡Sí! ¡Una fiesta sin alcohol no es fiesta!
— Shhh, que vas a despertar a Harry.
— Que se joda, por puto – gimoteó, escondiendo el rostro en la almohada.
— Ay, eres tan mona – murmuré, abrazándola.
— Sandy, por favor – susurró, apartándome –. Harry está aquí al lado.
— Solo quiero abrazarte. Hemos dormido miles de noches abrazadas.
— Bueno... – aceptó.

Unholy TrinityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora