→ f i f t y o n e

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Harry
Faith me abrazó con fuerza. Podía notar como ella estaba temblando, mientras todavía sollozaba. Yo la acurruqué por varios minutos hasta que se calmó un poco. Sonreí y acaricié su mejilla, limpiando sus lágrimas, para luego darle un corto beso sobre los labios.

— Voy a ir a hablar con Sandy, y a decirle que tenemos que terminar. Tú espérame aquí, ¿está bien? No quiero que estés en medio, si Sandy se enfada podría hacerte algo, y no quiero eso... – murmuré, acariciando su brazo.

— Vuelve rápido – pidió con un hilo de voz.

— Claro que sí, amor. Tú descansa. Tienes que descansar mucho... – sonreí, dándole un beso en la frente – Ahora vengo.

Faith asintió levemente y se sentó sobre la cama, yo le sonreí y le guiñé el ojo antes de salir del cuarto. Me dirigí hacia la piscina, que era el último sitio donde había visto a Sandy. No tardé más de un minuto en localizar el cabello pelirrojo de la chica, que estaba estirada en una tumbona, tomando el sol, mientras tres chicas estaban a su lado, seguramente haciéndole la pelota para intentar convertirse en su amiga.

— Hey, Sandy – dije, al acercarme.

— Hola bubú – sonrió, incorporándose.

— Tenemos que hablar. ¿Puedes venir un momento?

— Claro, amor.

Las tres chicas sonrieron casi a la vez, haciendo que no pudiera verlas más que como unos clones. Sandy se levantó y caminó junto a mí hasta que fuimos a un sitio apartado, donde nadie podría oírnos hablar. Ella sonrió y me miró, esperando a que hablara.

— Faith ya me ha contado la verdad.

— Ah... ¿Te ha dicho entonces que soy yo la que está embarazada? – murmuró algo sonrojada.

— ¿T-tú? – tartamudeé – ¿Qué?

— Claro. De cuando lo hicimos en tu casa.

— Pero... – murmuré confuso – ¿Eres tú la que está embarazada?

— Sí, amor. Pero si has dicho que Faith te ha contado la verdad... Ésta es la verdad... ¿qué te ha dicho, entonces?

— Que es ella la que está embarazada.

— ¿Cómo va a estar embarazada? La medicación de su enfermedad hace que tenga solo como un 1% de posibilidades de quedarse embarazada – rió levemente. Antes de tomar mis manos –. Pero eso no es lo importante... Estoy embarazada, Harry... ¿Quieres tener a este niño? – susurró cariñosamente.

— S-sí... Claro que sí, Sandy... – murmuré, abrazándola.

— Te quiero mucho, bubú. Gracias por apoyarme en esto.

— ¿Cómo por apoyarte? Estamos juntos. En esto y en todo, Sandy. Ahora y siempre.

— Eres tan bueno... – sonrió, acariciando mi mejilla – te adoro.

— Te quiero muchísimo, Sandy. Voy a ir a ponerme el bañador, ¿vale? Ahora vengo.

— Vale, amor. Hasta ahora.

Le sonreí a Sandy, y me di la vuelta, mostrando realmente cómo me sentía en el interior. Estaba hecho una furia. Y Faith iba a pagar caro la mentira que me había dicho, la iba a pagar muy caro. No podía creer que ella hubiera caído tan bajo como para hacer algo así.

Faith
Sonreí al ver a Harry abriendo la puerta, pero al ver su rostro de enfado, supe que ya se había enterado de la verdad. Había tardado menos de lo que creía. Apenas pude reaccionar cuando se acercó a mí y me dio una bofetada en la mejilla con tanta fuerza que me tiró sobre el colchón de mi cama. Di un grito, poniendo mi mano sobre donde me había golpeado y le miré con los ojos llorosos.

Unholy TrinityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora