→ Faith
Me dejé caer sobre mi cama, suspirando con alivio. Sandy se quedaba aquella noche a dormir en casa de Harry ya que en mi casa, mis madre tenía una cena de trabajo y no quería ser molestia. Así que tenía un par de horas para descansar y poder estar sola, al fin.
Después de haber estado estudiando para los exámenes, me merecía un descanso para no hacer absolutamente nada, por lo que acomodé mis almohadas y varios de mis cojines para estar lo más cómoda posible, y me quedé estirada boca arriba. Cerré los ojos y respiré lentamente.
Quizás podría pedirle a mi madre que me comprara a alguna mascota. Algún animal que me hiciera compañía. Aunque para animal ya tenía a Harry. Bueno, y Sandy. Quizás lo de la mascota no era tan buena idea, así que rechacé aquel pensamiento.
Entonces, empecé a pensar en aquello que siempre evitaba pensar: Sandy. Ella era mi mejor amiga. No había un solo momento de mi vida, en que mirara hacia atrás y no la viera a ella junto a mí. Llevábamos juntas toda la vida. Y por eso nuestra relación era tan complicada. Al principio, antes del instituto, teníamos una relación muy normal: éramos amigas, compartíamos vestidos y juguetes, y poco más. Pero al empezar el instituto, ella hizo un "click" y empezó a cambiar su manera de ser. Se empeñó en salir con Harry -culpa mía no haberle dicho que yo estaba enamorada de él-, y no descansó hasta que el ojiverde aceptó. Y entonces, un par de años más tarde, llegó aquel "nosotras".
- ¡Nuestra primera fiesta! - exclamó Sandy.
- Sí, que guay - murmuré con una sonrisa.
- Estaba claro que, en cuanto alguien hiciera una fiesta, nos iban a invitar. ¿Te das cuenta de cómo nos miran ya por los pasillos? ¡Somos populares! - sonrió, agarrando el vestido de un perchero, para probárselo más tarde.
- Eso parece. Tu plan, definitivamente, funciona.
- ¡Claro que funciona! ¿Te has visto? Estás tan bonita, Faith.
- Gracias.
- Pero ahora tienes que seguir con la dieta y haciendo ejercicio, sino recuperarás peso.
- Sí, lo sé, no te preocupes por ello. Seguiré haciéndolo.
- Bien - sonrió, agarrando una falda -. ¿Vamos a probarnos esto? - sugirió, señalando la ropa que habíamos escogido.
- Claro, vamos.
Sandy y yo fuimos hacia los probadores de la tienda en la que estábamos, y entramos en el de la esquina, que siempre era más grande que el resto. Cerramos la puerta que había y empezamos a quitarnos la ropa para probarnos la de la tienda. Cuando me puse el primer vestido, Sandy sonrió y se acercó a mí.
- Estás preciosa.
- Gracias, aunque no me termina de gustar el color - negué con la cabeza.
- No es por el vestido. Es por ti. Eres preciosa, Faith.
- Uhm... gracias - dije, algo confusa.
- ¿Sabes? - susurró, acercándose demasiado, por lo que yo me eché algo hacia atrás - Me he dado cuenta de algo.
- ¿De qué? - balbuceé torpemente.
- Me gustas.
- ¿Yo?
- Sí, me gustas.
- Pero... soy una chica, Sandy.
- ¿Y?
- Tú también eres una chica.
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Unholy Trinity
Fanfiction❝Tres rostros angelicales ocultaban a tres horribles demonios.❞ Advertencia: esta historia tiene contenido sexual gráfico, mal vocabulario, y escenas que involucran alcohol y drogas. Léela bajo tu propia responsabilidad.