Unholy Trinity

→ t h i r t y f o u r

→ Faith
Entré junto a Harry y Sandy a la cafetería, a la hora del recreo. Harry se fue directo hacia los mostradores, a comprar algo de comida, mientras que Sandy y yo fuimos a una mesa libre; la misma en la que siempre nos sentábamos. Ella se sentó en el banco, pero yo me senté sobre la mesa, saludando a los de la mesa de al lado, que eran los del grupo de amigos de Harry. Varios de ellos me sonrieron, pegándose levemente los unos a los otros para atraer mi atención. Yo les sonreí y revoloteé mis pestañas hacia ellos, entonces, Dylan y Tyler se levantaron y caminaron hacia mí.

— Hola, Faith. ¿Puedo invitarte a algo? – sugirió el primero.

— ¿Qué tal a un beso? – murmuré, con una sonrisa, para luego morder mi labio inferior.

— Oh... sí, me parece bien... – asintió Dylan, acercándose hacia mí. 

Sonreí más profundamente y luego fruncí mis labios a la vez que Dylan se acercaba, dispuesto a empezar el beso, pero de pronto se vio arrastrado hacia atrás. Por Harry. Éste le había agarrado de la camiseta y le había empujado hacia atrás para alejarle de mí antes de dejarle besarme. Entonces me miró con el ceño fruncido.

— ¿Qué pasa? – reí levemente – El chico quería invitarme a algo... y yo no quería hacerle un feo.

— ¿Qué os he dicho? – gruñó Harry – Que os alejéis de ella, no os la vais a tirar.

— ¿Ah no? – pregunté, haciendo un puchero – Yo que quería hacer un trío... 

— ¡Por mí está bien! – balbuceó Dylan, golpeando a Tyler con el codo.

— Sí, sí... por mí también... – aceptó el otro.

— Pues ya os llamo... – sonreí, despidiéndome con la mano – Ahora mejor que os vayáis si no queréis que Harry os pegue – reí, viendo a Harry dispuesto a saltarles a la yugular. Agarré la muñeca de éste mientras sus dos amigos se iban –. Déjales en paz.

— ¿Por qué estás haciendo esto? – susurró, dándose la vuelta hacia mí; sonaba tan decepcionado y triste, que casi me lo creí.

— Sabes muy bien el por qué, Styles – murmuré yo, seria, manteniéndome firme en mi posición. Le había dado la oportunidad de que fuéramos él y yo, solos él y yo; pero él la había desaprovechado.

Harry solo frunció el ceño y se sentó junto a Sandy, y empezó a comer sin prestarme más atención. Yo sonreí victoriosa, y tomé mi móvil. Vi como los mensajes y llamadas de Michael no hacían más que aumentar, pero yo seguía ignorándolos; agradeciéndole al cielo porque él no hubiera ido a clase, prefería no verle la cara durante un tiempo.

— Faith – escuché que me llamaba Sandy, así que alcé la vista para mirarla.

— ¿Sí?

— ¿Estás segura de que estás bien? Si estás dolida por lo de Michael, podemos ir a casa... estar en la cama, ver algunas pelíc...

— Estoy bien – la interrumpí, forzando una sonrisa –. Estoy perfectamente.

— Faith...

— ¡Es en serio, estoy bien! No vale la pena amargarse por un chico... – negué con la cabeza – nadie merece mis lágrimas – me puse de pie – Soy guapa, joven y voy a disfrutar de ello.

— Pero... – intentó hablar la pelirroja.

— Pero nada, Sandy. Esto es lo que quiero hacer. Esto es lo que tú querías que hiciera... – negué con la cabeza – Voy a hablar con el profe de mates... tengo que hacer "revisión de examen" – dije, haciendo comillas en el aire.