→ Harry
— ¡Oh dios mío! – chilló Faith – ¡Más rápido!Faith estaba boca abajo, con su culo alzado para poder ser penetrada con fuerza desde atrás. Por lo que al mirarla de nuevo, di un largo suspiro. Me ponía tanto cuando se ponía de aquella forma. Pasé mi mano por mi cabello, despeinándolo desesperadamente.
— ¡Sí, joder, sí! – siguió gimiendo ella.
— ¿Te gusta, nena?
— ¡Me encanta! ¡Sigue!
Me encantaba cuando Faith se ponía a cuatro patas. Me encantaba cuando chillaba y gemía de aquel modo. Pero me encantaba cuando lo hacía conmigo, no con Dylan. Cubrí mi rostro con mi almohada, tratando de ignorar lo que pasaba en la cama de al lado. Entre lo que estaba viendo, la borrachera que llevaba, y el vaivén del barco podría haberme puesto a vomitar en cualquier momento.
— ¿¡Podéis terminar de una puta vez, joder!? – mascullé, harto de escucharles gemir. Llevaban así unas dos horas.
— ¡C-calla, Harry! – replicó Faith.
No entendía cómo, entre tanto jaleo, Sandy podía estar durmiendo plácidamente. Ya harto de todo, me levanté y me encerré en el cuarto de baño, sentándome sobre el retrete y apoyando mi cabeza en la pared, decidido a esperar ahí hasta que aquellos dos terminaran de follar.
No entendía qué cojones le había pasado a Faith, por qué de repente se había vuelto tan hija de puta conmigo. Si yo no había hecho nada malo. Escuché como Faith gemía con más fuerza, por lo que supuse que ya habría llegado, y esperaba que Dylan también, sino podría confirmar que se había tomado una viagra para aguantar tanto rato, porque aquello no era ni normal. Pero para mi alivio, escuché silencio durante unos segundos antes de que la voz de Faith irrumpiera.
— Vete...
— ¿Qué? – preguntó Dylan confuso.
— Que te vayas ya.
— ¿No puedo dormir contigo?
— No. Venga, vete ya.
— Pero, Faith...
— Te he dejado lo que quería. Echar un polvo y ya, Dylan – le dijo Faith, seria –. Hemos echado un polvo y ahora te vas.
— ¿Nos vemos mañana? – insistió éste, a la vez que yo salía del cuarto de baño.
— ¡No lo sé! ¡No me agobies y vete ya! – exclamó Faith, empujando a Dylan fuera de la habitación. Él solo llevaba puesta su ropa interior – ¡Descansa! – Faith sonrió y le lanzó su ropa antes de cerrar la puerta.
Yo suspiré, mirándola de arriba a abajo porque iba desnuda. Me mordí el labio y negué con la cabeza, sin querer decirle nada, así que solo apagué la luz del baño y volví a la litera superior, acostándome sobre el colchón y cerrando los ojos, con intención de ponerme a dormir, hasta que escuché a Faith sollozando.
Me incorporé lentamente, sin entender por qué cojones estaba llorando. En todo caso, el que debería llorar sería yo, no ella. Fruncí el ceño pero, de todos modos, sabía que reprocharle por lo que había hecho no me ayudaría a recuperarla, así que bajé de mi cama y me senté en la suya, acariciando su espalda.
— ¿Qué pasa?
— Nada, déjame, quiero dormir.
— Yo también, pero no puedo dormir si sé que estás llorando.
— Faith...
— Nada, es que he fumado un poco de maría y ahora me ha dado el bajón. No pasa nada. Solo déjame y ve a dormir.
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Unholy Trinity
Fanfiction❝Tres rostros angelicales ocultaban a tres horribles demonios.❞ Advertencia: esta historia tiene contenido sexual gráfico, mal vocabulario, y escenas que involucran alcohol y drogas. Léela bajo tu propia responsabilidad.