→ t w e n t y n i n e

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Faith
Michael estaba medio dormido, estirado a mi lado. Yo sonreí al verle. Había sido increíble, casi podría afirmar que nunca había disfrutado tanto como lo había hecho con él. Di un beso en su mejilla y me incorporé levemente, tapándome con la sábana. Él me miró algo extrañado y agarró mi muñeca.

— ¿Dónde vas? Quédate a dormir, es demasiado tarde, solo quedan unas tres horas para dormir...

— Tengo que irme a casa, Sandy me está esperando.

— Déjale un mensaje, diciendo que te quedas a dormir.

— Pero... sabrá que estamos juntos.

— Se lo terminarías contando de todos modos, así que... ¿qué más da? – murmuró, haciéndome acostarme de nuevo, y recostándome sobre su torso – No quiero que te vayas.

— Está bien, pero déjame levantarme para ir a por el móvil... – sonreí, dejando un pequeño beso en su abdomen.

— Venga, va... – murmuró, soltándome.

Me puse de pie, y fui hasta donde había dejado el bolso. Busqué en éste, entre todas las cosas que llevaba, hasta que encontré mi móvil. Vi algunos mensajes de Sandy que ni siquiera podía entender, ya que como estaba medio dormida, no escribía demasiado bien. Pero le dejé un mensaje diciéndole que dormiría con Michael.

— Ven aquí, cariño... quiero dormir – se quejó Michael, dándose la vuelta sobre la cama.

— Ya voy, ya voy...

Me acerqué a él y me estiré a su lado. Estaba de espaldas a mí, así que le abracé desde atrás y le di un beso en el hombro. Él me hizo enlazar sus piernas con las mías y murmuró un "buenas noches", antes de quedarse dormido en solo unos segundos. Yo me acurruqué contra él y tampoco tardé demasiado en dormirme, ya que estaba bastante cansada.

Por la mañana, cuando sonó el despertador, quería morirme. La mejor idea era apagarlo y seguir durmiendo, abrazando a Michael, pero él se giró hacia mí y empezó a darme cortos besos en la mejilla, por lo que sonreí levemente y abrí los ojos muy poco a poco.

— Buenos días... – susurré, abrazando su cintura más fuerte.

— Buenos días, gatita... – rió, abrazándome él también – Voy a ir a ducharme. ¿Quieres venir conmigo? – yo solo asentí levemente con la cabeza – Vamos...

Se puso de pie, yo bostecé y estiré mis brazos antes de levantarme también. Me sentía algo rara al ir desnuda, nunca había hecho eso con nadie. Ni siquiera con Harry, ya que aprovechaba la más mínima ocasión para ponerme al menos ropa interior. Pero con Michael no me sentía incómoda. 

Él mismo encendió el agua de la ducha, entrando justo después, yo entré junto a él, estando algo apretados, ya que la ducha no era demasiado grande, pero no importaba. Michael envolvió sus brazos alrededor de mi cintura, y me dio un corto beso en los labios.

Tardamos bastante en ducharnos, aunque no hicimos nada. Cuando terminamos, me dejó una toalla para que me secara, y él se puso otra alrededor de la cintura. Al ir de nuevo al cuarto de Michael, escuché como mi móvil estaba sonando, pero antes de darme tiempo a atender la llamada, colgaron. Así que fui a buscarlo y vi que tenía cinco llamadas perdidas de Sandy, por lo que rápidamente marqué su número y la llamé.

— ¡Faith, por fin! – chilló nada más descolgar – Pensaba que te había pasado algo.

— Estaba duchándome – expliqué, sentándome sobre la cama, viendo como Michael se empezaba a vestir.

— ¿Con Michael? Faith, estás con Bradley. Aún tienes que estar con él o le dirá a todos lo nuestro y... dios mío, no, no puede pasar eso, Faith. Por favor.

Unholy TrinityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora