Unholy Trinity

→ f o r t y

→ Faith
Vi como Harry se alejaba, por lo que le miré con tristeza, mientras que el chico que había venido a defenderme, pasaba su brazo por encima de mis hombros. Yo me medio volteé hacia él y le sonreí en modo de agradecimiento. Entonces caminé de vuelta hacia el Kissing Booth, donde los chicos ya habían terminado de prepararlo todo.

- Muchas gracias por vuestra ayuda - les sonreí, sentándome en el sitio que habían preparado para ello -. No sé qué habría hecho sin vosotros.

- ¿Puedo ser el primero? - se ofreció Dylan, el amigo de Harry, poniéndose justo delante de mí.

- Cinco dólares... - susurré con una sonrisa.

Él metió la mano en su bolsillo y, a la vez que dejaba un billete de cinco sobre el mostrador, empezó a acercarse a mí. Se veía clara su intención de darme un beso "de verdad", pero en cuanto sus labios rozaron los míos por un momento y, antes de darle tiempo a que empezara a introducir la lengua en el beso, me eché hacia atrás, separando nuestros labios.

- Hey... qué corto - se quejó.

- En el baile, si te portas bien, conseguirás uno más largo - susurré, sonriendo aún bastante cerca de su rostro - ¿Siguiente? - pregunté, mirando por encima de su hombro a los chicos que había detrás.

Dylan se apartó, mordiéndose el labio y mirándome con una sonrisa, a la vez que los chicos que ya esperaban empezaban a darse varios codazos y empujones para intentar colarse y ponerse los primeros en la fila. Yo sonreí y uno a uno fueron pasando, intentando lo mismo que Dylan había intentado, besarme de una manera más "intensa", pero yo solo les daba piquitos sin demasiado contacto.

De pronto, vi como toda la gente aglomerada en los pasillos, se iban apartando a un lado; dejando pasar a alguien. Miré con curiosidad y vi que la persona que se acercaba decidida era Michael. Su rostro seguía destrozado por la paliza que Harry le había dado, sin embargo no le avergonzaba aparecer así en público. Todo el mundo se retiraba a un lado, dejándole pasar por el centro del pasillo. Cuando se acercó al Kissing Booth, los chicos que habían en la cola, también se apartaron, y él se acercó hasta colocarse justo frente a mí. Entonces, dejó cinco dólares frente al mostrador y agarró mis mejillas tan intensamente que me tuve que poner de pie por la fuerza que hacía. Luego me llevó hacia sus labios y empezó a besarme. Yo cerré los ojos, dejándome llevar por el beso que él mismo había marcado y donde él llevaba la voz cantante, marcando el ritmo de éste, siendo bastante rápido. Todos parecían observarnos en completo silencio, por el morbo de saber por qué Michael estaba así y si él y yo habíamos vuelto.

- Feliz cumpleaños, mi amor... - susurró Michael, sobre mis labios. Entonces mis ojos se llenaron de lágrimas, sin poder creer que él fuera el único que lo recordara.

- Te has acordado... - murmuré, poniendo mis manos sobre las suyas, que seguían en mis mejillas - Te has acordado, Michael.

- Claro que me he acordado, ¿cómo iba a olvidarlo?

→ Harry
Justo cuando había decidido intentar hablar de nuevo con Faith, e intentar arreglar las cosas, vi como ella estaba con Michael. Con el imbécil de Michael. Se estaban besando. Y no le besaba como lo hacía con los demás. Se estaban comiendo la boca. Y cuando al fin se separaron, empezaron a susurrarse cosas entre ellos. Yo fruncí el ceño y me acerqué rápido hacia ellos, sintiendo la mirada de todos alrededor, cotillas y curiosos por saber qué tenía que decir sobre ese beso.

- Tú, Clifford - le llamé, haciendo que soltara a Faith y se diera la vuelta -. Ni se te ocurra volverte a acercar a Faith, ¿no has tenido ya suficiente? ¿Necesitas que te parta la boca de nuevo? - le amenacé.