→ t w e n t y f o u r

10.1K 621 222
                                    

Harry
Al levantarme el domingo, sentí como si estuviera a punto de morirme. No podía respirar por la nariz, ya que la tenía totalmente taponada; por lo que tenía que respirar por la boca, provocando que mi lengua estuviera completamente seca. Parpadeé lentamente y me incorporé muy poco a poco y solté un gruñido, intentando pronunciar algunas palabras, pero me dolía mucho la garganta. Cogí la botella de agua que tenía en la mesita de noche, y di un par de tragos muy lentos.

— ¿¡Mamá!? – la llamé con voz ronca, sin poder casi hablar todavía – ¿¡Mamá!? ¡Que me muero! – gruñí, lloriqueando.

Tanteé por encima de la mesita de noche, en busca de mi móvil, y lo desbloqueé para marcar a mamá. Después de varios tonos, conseguí que respondiera.

— ¿Harry? 

— Mamá... – carraspeé.

— ¡Harry, cariño! ¿Estás bien? Suenas mal.

— Estoy malito... – me quejé – Creo que tengo fiebre...

— Cariño, yo estoy en la panadería... ahora no puedo ir para allá. ¿Quieres que llame a un médico para que vaya a visitarte?

— No... ya llamaré a Sandy para que venga. No te preocupes, mamá.

— Está bien, si no puede ir, llámame, ¿eh?

— Sí, hablamos luego. Te quiero, mami – colgué la llamada y marqué inmediatamente a la pelirroja –. Sandy...

— Harry... estoy ocupada – dijo, gimiendo levemente.

— ¿Te estás masturbando? Pedazo de zorra, para hacerlo conmigo no, pero tú solita sí, ¿no? 

— Adiós, Harry – bufó antes de colgar.

— Maldita perra – gimoteé, antes de marcar a Faith –. ¿Faith...?

— Hola Harry.

— ¿Estás ocupada?

— Iba a salir a comer con Brad... ¿pasa algo?

— Estoy enfermo... no puedo casi moverme. Estoy en casa, mi madre está trabajando y Sandy me ignora... necesito que alguien venga, por favor... 

— ¿En serio estás enfermo?

— Faith, me muero...

— Vale, vale... ahora voy. En cinco minutos estoy ahí.

— La puerta está debajo de la llave, del alfombrín...

— ¿Qué? – preguntó confusa.

— La llave...

— Sí, ya sé dónde está la llave, tú deja el móvil y descansa, Harry...

— Vale... gracias, Faith.

Colgué la llamada y volví a estirarme. Me tapé hasta la nariz y cerré los ojos, volviéndome a dormir hasta que oí la puerta de mi cuarto abriéndose. Miré hacia ahí como pude y vi a Faith entrando. Primero se dirigió a la ventana, para subir muy poco la persiana, dejando que entrara algo de luz en la habitación, ya que estaba prácticamente a oscuras. Luego vino hacia la cama y se sentó a mi lado.

— Hey... – murmuró suavemente – ¿Cómo te encuentras?

— Muy mal... me voy a morir, Faith – me quejé, acurrucándome y abrazando la almohada.

— Venga, no seas exagerado... – Faith acarició mi pelo levemente – Debe ser un resfriado.

— Sí... puta Sandy, le dije que si le daba mi chaqueta ayer, me enfermaría, y ahora mira... – lloriqueé.

Unholy TrinityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora