→ Faith
Aproveché la ocasión de que me había librado de Sandy, metiéndome en el baño y cerrando la puerta con seguro para que no intentara colarse mientras me duchaba. Pero de todas maneras lo intentó, aunque sin conseguirlo. Estuve metida dentro de la ducha durante más de media hora, relajándome y preparándome mentalmente para lo que me tocaba pocas horas después: fingir que estaba enamoradísima de Bradley al volver con él durante el primer partido de la temporada. Ya hacía dos semanas que me había chantajeado, por lo que había dejado a Michael. Y desde aquel momento, el chico de pelo negro no había dejado de insistirme en que volviera con él. Todo el tiempo. Todos los días. Y me dolía tener que seguir rechazándole, pero no podía volver con él si no quería que Brad nos arruinara el business. Al salir de la ducha, me sequé bien, y me enrollé la toalla alrededor del pelo. Entonces me puse la ropa interior y salí al cuarto.— ¡Por fin! Si que has tardado, ¿no? ¿Qué estabas haciendo? – dijo coqueta, moviendo sus cejas de arriba a abajo y acercándose a mí.
— Es que me he hecho el tratamiento de keratina para el pelo, que ya no estaba tan brillante como antes... – dije, apartándome.
— ¿Vas a seguir rechazándome? – bufó, sonando bastante enfadada.
— Tenemos que irnos al partido.
— Bueno... – Sandy puso los ojos en blanco y entró al baño para arreglarse.
Aproveché mientras ella estaba ahí para cambiarme tranquilamente. Fui al armario y rebusqué, pensando en qué era lo mejor para llevar a un partido de rugby. Brad me había aconsejado –obligado– llevar una camiseta del equipo con su nombre en la parte de atrás, que él mismo me había dado. Así que me puse la camiseta de color blanco, con las letras en azul añil. Después busqué entre los pantalones y me decidí por unos shorts altos negros. Ir con tacones a un partido no estaría muy justificado, por lo que preferí usar unas keeds azules, y me puse una cazadora para que no se viera la camiseta hasta el momento adecuado.
— Harry estará aquí en veinte minutos – me avisó Sandy, saliendo del baño ya maquillada, con el móvil en sus manos.
— Está bien, voy a peinarme entonces.
Me volví a meter en el cuarto de baño y me sequé el cabello, aprovechando que lo tenía liso para no hacerle nada. Luego me maquillé muy ligeramente y salí, viendo a Sandy poniéndose un vestido mío. Yo fui a guardar mi móvil, mi cartera, y alguna cosa más en una pequeña mochila, poniéndomela en la espalda.
— Harry ya está abajo – dijo la pelirroja, viendo como su móvil sonaba, con una llamada perdida.
— Pues vamos.
Las dos juntas bajamos hacia el piso inferior, donde avisé a mi madre de que nos íbamos; y salimos de casa, yendo al coche de Harry que estaba detenido frente a mi casa. Sandy subió en el asiento del copiloto, dándole un piquito a Harry. Éste luego se giró hacia mí, y me sonrió, buscando mi atención como llevaba haciendo desde hacía dos semanas atrás, pero yo intentaba evitarle.
— Hola, ¿cómo estás? – preguntó, acercándose a besar mi mejilla.
— Bien... – murmuré, echándome hacia atrás – ¿Tú qué tal?
— Algo sorprendido de que hayáis querido ir al partido, pero contento por ello.
— Si no aceleras, vamos a llegar tarde.
— Oh, claro, claro...
Harry volvió a mirar hacia adelante y arrancó el coche, en dirección al instituto. Era algo raro ir un sábado por la tarde allí, en vez de estar preparándose para irse de fiesta. Cuando llegamos, Harry estacionó en el parking del instituto y los tres bajamos del vehículo para ir hacia el campo de deporte. Los amigos de Harry nos habían estado reservando sitio en primera fila. Al llegar, éstos se apartaron a un lado y nos dejaron sentarnos, entre comentarios obscenos dirigidos hacia mí.
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Unholy Trinity
Fanfiction❝Tres rostros angelicales ocultaban a tres horribles demonios.❞ Advertencia: esta historia tiene contenido sexual gráfico, mal vocabulario, y escenas que involucran alcohol y drogas. Léela bajo tu propia responsabilidad.