Unholy Trinity

→ t w e n t y o n e

→ Harry
Suspiré profundamente y me apoyé en el marco de la puerta, viendo la escena algo... sorprendido. Me quedé como un mero observador hasta que la persona que me acompañaba reaccionó. Michael se estaba metiendo coca como si no hubiera un mañana.

— Vaya, vaya... Parece que el chico perfecto, en realidad, es el chico cocainómano – me burlé, entrando en el baño junto a Michael y cerrando después para poder hablar sin que la música molestara.

— Harry... – murmuró, levantándose del suelo y pasando la mano por debajo de su nariz, quitando los restos – No... no se lo digas a Faith, por favor.

— Yo, como mejor amigo suyo que soy, no puedo permitir que esté con un drogadicto, Michael... tienes que entenderlo – dije con cierto cinismo, porque, siendo sinceros... ¿quién no se metía algo de droga en una fiesta? Pero al menos había encontrado una excusa perfecta.

— Pero Harry... de verdad quiero a Faith. No quiero perderla. No se lo digas, te lo ruego.

— Voy a tener que hacerlo... yo solo quiero lo mejor para ella.

— Eres un puto mentiroso, Styles. Sé que estabais juntos antes de que ella empezara a salir conmigo.

— ¿Qué?

— Cuando fuiste a su casa y yo estaba allí... os vi besándoos.

— ¿Y qué? Yo no quiero a Faith, quiero a Sandy, por algo ella es mi novia.

— Quieres tener las dos para ti solo, pero no vas a conseguirlo. Faith me quiere a mí, y vas a tener que joderte.

— Vamos a ver si te sigue queriendo después de enterarse que cada día te metes dos o tres rayas de coca.

— Pero eso no es verdad – se defendió –. Solo pasa cuando estoy en alguna fiesta, que no es muy a menudo.

— ¿Y a quién va a creer, a su mejor amigo de toda la vida, o a un subnormal al que ha conocido hace unos meses y el cual solo quería salir con la chica más popular del instituto para hacerse popular también?

— Eso no es así, Harry... – gruñó, a la defensiva, acercándose.

— Repito... ¿a quién crees que va a creer?

— Si le cuentas eso, yo le contaré a Sandy lo tuyo con Faith – me amenazó, poniendo su dedo frente a mí –, tú mismo.

— No harías algo que hiriera a Faith, y eso la heriría más que cien puñales.

— No, todo lo contrario. Lo que mejor le iría a Faith, y al mundo, es que vuestra amistad terminara. Ese trío tóxico debe acabar. Tarde o temprano lo hará. Os representáis como la Santa Trinidad, pero sois todo lo contrario. Cada uno de vosotros. Sandy y tú habéis corrompido a Faith, ella necesita a alguien como yo para sacarla de la mierda en qué esa puta pelirroja y tú le habéis metido. Así que atrévete a contarle lo de la cocaína y yo lo contaré todo a todos. Porque Faith me ha estado contando más cosas, como que a Sandy no le pones... nada, y por eso tienes que buscar sexo y amor en mi chica.

— Por esta vez te vas a salvar, Clifford, pero en cuanto menos te lo esperes, tu relación se irá a la mierda. Me encargaré personalmente de ello.

→ Faith
— ¿Faith? ¿Sandy?

— Brad... – murmuré, separándome rápidamente de Sandy y agarrando mi vestido para cubrirme.

— Mierda... – oí murmurar a Sandy, que también se tapó con prisa.

— Vaya... esto si que no me lo esperaba – dijo Bradley, con actitud altiva, a la vez que cerraba la puerta.

— Sandy, siempre echas el pestillo – la regañé.