→ Faith
Caminé hasta el pasillo donde se encontraban los despachos de los diferentes profesores y fui hasta el que tenía un "809" en la puerta, el cuál era el de mi profesor de matemáticas. Piqué dos veces a la puerta, y solo unos segundos después, le oí decirme que entrara. Al hacerlo, él sonrió, mirándome de arriba a abajo.- Te has retrasado, pensaba que no vendrías... - dijo, cerrando el libro que estaba mirando y poniéndose de pie.
- ¿Cómo no iba a venir? No quiero suspender... - murmuré, medio sonriéndole - Quiero sacar una buena nota.
- Sacar una buena nota está en tus manos... literalmente.
Sonreí levemente, empujando sin mucha fuerza la puerta hacia atrás para cerrarla. Entonces él fue hacia las ventanas para correr las cortinas y que nadie desde fuera pudiera vernos. Me tomé ese momento para inspeccionarle. Si bien, tener sexo con él no era algo que me entusiasmara, podría ser peor, ya que el hombre estaba muy bueno, aunque podría ser mi padre. El hombre tenía 35 años. Su cuerpo estaba bien trabajado, lo que me aseguraba que después del instituto, se iba al gimnasio, ya que aquellos abdominales no eran cosa de broma. Sus ojos eran azules, y su cabello era oscuro y lo llevaba algo despeinado, en un estilo desenfadado. Cuando se giró para cerrar las últimas cortinas, me quedé mirándole al culo. Al menos él tenía un buen culo, no como Harry, que estaba más plano que una tabla de surf.
- ¿Sabe alguien que has venido aquí? - susurró, acercándose a mí.
- No, no se lo he dicho a nadie... - mentí. Sandy y Harry no contaban, ellos no se lo dirían a nadie.
- Bien... ven... - asentí y caminé hacia él que se había detenido frente a su escritorio - Deberías dejar de llevar tanto escote a clase... - susurró, apartando mi pelo y acariciando la zona que el escote en U de mi camiseta dejaba a la vista - no tienes ni idea de lo mucho que me cuesta concentrarme cuando te miro.
- Lo siento... - murmuré con una sonrisa.
Matt, el profesor, agarró mis piernas y me dejó sentada sobre su escritorio a la vez que abría un poco mis piernas, para poder colocarse entre ellas y darme un corto beso. Yo sonreí, sintiendo como sus manos subían poco a poco por mis piernas, acariciándolas con mucha suavidad. Cuando sus manos llegaron a mi cintura, sus labios volvieron a por los míos, pero aquella vez no dieron un pequeño beso, sino que empezó uno largo y húmedo. Cerré los ojos y seguí su beso, sintiendo sus manos cada vez más arriba, hasta que llegaron a mis pechos, agarrando uno con cada mano. Abrí los ojos un poco, viendo que en vez de besar a Matt, estaba besando a Harry, por lo que me aparté rápidamente, volviendo a ver el rostro de Matt, que me miraba desconcertado.
- ¿Pasa algo? - preguntó, acariciando mi mejilla levemente con sus dedos.
- No... - murmuré - todo bien.
Asintió con la cabeza y volvió a besarme, a la vez que agarraba el final de mi camiseta, queriendo quitármela, pero antes de eso oímos como la puerta se abría de golpe, así que nos separamos rápidamente. Harry estaba en el marco de ésta, con el móvil en sus manos. Sonrió victoriosamente y cerró la puerta tras él.
- ¿Qué mierda está pasando aquí? - gruñó Matt, separándose de mí y mirando hacia Harry.
- Tengo un bonito vídeo de vosotros dos, ¿lo queréis de recuerdo? Podría enviarlo al grupo de alumnos del instituto, ¿no? - se jadeó Harry.
- Faith, ¿te lo has traído para grabarnos y chantajearme? - me acusó, mirándome enfadado.
- ¡No! ¡Yo no tengo nada que ver en esto! - exclamé, confundida.
- Ven aquí, Faith - me llamó Harry. Yo, con miedo de lo que podría hacer con ese vídeo, me acerqué a su lado, hasta que pasó su brazo por encima de mis hombros -. Va a aprobar a Faith, y que ni se le ocurra intentar suspenderme, o expulsarme... porque me encargaré personalmente de que la directora vea este vídeo como eso pase. ¿Está bien?
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Unholy Trinity
Fanfiction❝Tres rostros angelicales ocultaban a tres horribles demonios.❞ Advertencia: esta historia tiene contenido sexual gráfico, mal vocabulario, y escenas que involucran alcohol y drogas. Léela bajo tu propia responsabilidad.