→ Harry
Me dejé caer sobre la silla que había tras el mostrador de la panadería y suspiré. Aquello, por las tardes, era un aburrimiento. Y era aún peor con tal resaca como la que tenía. Aspiré profundamente, impregnándome del olor de los últimos croissants que había en el horno. Lo único bueno de tener que substituir a mamá trabajando, era aquello. Aquel olor. Me recordaba al mejor día de mi vida.
Mamá estaba sacando una bandeja de croissants del horno, mientras yo hacía los deberes, sentado en una de las mesas. Me gustaba estar ahí, la cafetería/panadería/pastelería o lo que fuera, era un lugar tan cálido y con un olor tan rico que me gustaba ir ahí por las tardes. Fuera llovía, llovía mucho. Estaba tan tranquilo, haciendo las malditas ecuaciones de matemáticas, cuando escuché a mamá dar un gritito, mirando hacia la puerta. Miré a donde ella lo hacía y vi a la Faith de catorce años, empapada, en la puerta. Me puse de pie de inmediato para ir hacia ella.
- Hey, ¿qué ha pasado?
- Me he peleado con Sandy... - murmuró, con la mirada baja - No sabía dónde ir.
- ¿Estás bien? - pregunté preocupado, agarrando su mano.
- Sí, solo... no quería estar sola. Y mis padres no están en casa, como de costumbre.
- Faith... ¿qué haces toda mojada? ¿No tenías un paraguas? - preguntó mamá, acercándose a nosotros.
- No, Anne... - hizo una mueca - Siento haber mojado el suelo... - dijo, aunque apenas estaba en la entrada.
- No te preocupes, cielo. No es por eso. No quiero que te enfermes... - negó Anne, acariciándole el pelo - Harry, llévale a casa y que se duche y seguro que tiene ahí algo de ropa.
- Claro... - asentí - Vamos, Faith.
Ella asintió con la cabeza, levemente. Yo pasé el brazo por encima de sus hombros y luego cogí el paraguas que mamá me tendió y salí junto a ella. Abrí el paraguas y ambos nos cobijamos bajo él. Hacía dos semanas que Sandy y yo habíamos cumplido dos años juntos, y las cosas no estaban bien. Ella estaba obsesionada por hacerlo, y yo solo quería que el momento fuera romántico. Era nuestra primera vez, no podíamos hacerlo de aquella manera.
- ¿Qué ha pasado con Sandy? - murmuré, caminando hacia mi casa.
- Pues... - Faith, antes de empezar a hablar, miró a todos lados, asegurándose de que nadie conocido estaba cerca - ¿Sabes la fiesta que hay este fin de semana?
- Sí, claro. Sandy no para de hablar de ella - dije yo, rodando los ojos.
- Pues bueno... quiere que yo... - hice una mueca - que tenga sexo con algún chico. Y yo no quiero.
- ¿Cómo? - pregunté extrañado.
- Ya sabes lo obsesionada que está con nuestra imagen - suspiró, bajando la mirada al suelo -, ahora dice que como ella tiene la imagen de chica buena, y tú la de chico guapo y popular... pues yo tengo que ser la "chica deseada" - dijo, haciendo comillas en el aire -, o eso dice ella.
- ¿Qué? - arqueé una ceja - ¿Que está diciendo qué?
- Según ella, para cuando acabe el instituto, tengo que haber estado con todos los chicos.
- ¿Qué? Eso es asqueroso.
- Ni siquiera he perdido la virginidad - gimoteó cuando yo estaba abriendo la puerta de casa -. ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Perderla con un idiota al que ni siquiera le importo? No quiero esto... No quiero ser quién Sandy quiere que sea.
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Unholy Trinity
Fanfiction❝Tres rostros angelicales ocultaban a tres horribles demonios.❞ Advertencia: esta historia tiene contenido sexual gráfico, mal vocabulario, y escenas que involucran alcohol y drogas. Léela bajo tu propia responsabilidad.