→ Faith
Miré a Sandy, que seguía dormida a mi lado, mientras yo me vestía. Me había levantado una hora antes de lo normal para poder ir a ver a Harry, y había avisado a Sandy de que iría, pero nuevamente se negó a venir para no contagiarse, alegando que llamaría a Harry después de clase. Después de ponerme un vestido, sin escote, un vestido realmente bonito, era sencillo, de algodón, con las mangas por encima de mis codos, todo azul marino con pequeñas florecitas blancas y rosas y algo de obertura triangular en la espalda. Me gustaba usar ropa normal, y dejaría la ropa corta o más "atrevida" para cuando saliera de fiesta, o para cuando a mí me apeteciera llevarla.Mientras cogía unos botines con algo de tacón, vi colgada en el armario la cazadora tejana que Michael me había prestado algún día. La saqué de la percha y sonreí levemente, poniéndomela. Me encantaba aquella cazadora, aunque probablemente lo que debiera hacer fuera devolvérsela a Michael, decidí ponérmela y ofrecérsela cuando le viera en clase. Cogí mi bolso, grande para guardar un par de libros en él, y guardé en él también mi móvil antes de salir de casa y dirigirme a la de Harry. Justo cuando llegué, vi a Anne saliendo. Ella sonrió y se acercó a mí en vez de ir hacia su coche.
— Buenos días, Faith – me sonrió –. ¿Vienes a ver a Harry?
— Sí, vengo a ver qué tal está antes de ir a clase... – le expliqué.
— ¿Sandy no viene?
— Sí, ahora vendrá... ha ido a comprar algo para desayunar para los tres – mentí, sin querer dejar mal a la pelirroja delante de Anne.
— Ah, está bien – dijo algo aliviada –. Bueno, yo tengo que irme ya a la panadería. Harry hoy no irá a clase, sigue teniendo fiebre... Pobrecito, mi bebé.
— Sí, pobrecito... Es que cuando salimos del partido el sábado llovió un montón y se mojó, no esperábamos que lloviera entonces ninguno llevábamos paraguas. Se debió resfriar entonces.
— Me imagino... Bueno, hazle un rato compañía que ahora estaba quejándose por quedarse solo.
— Claro, ten un buen día Anne – le sonreí.
— Igualmente, cielo.
Anne se fue hacia su coche y se montó en él para irse a la panadería y yo entré en casa de Harry, cerrando la puerta detrás de mí. Fui hacia su habitación y le vi remoloneando en la cama, dando gemidos de queja mientras suspiraba.
— Mira que eres llorón cuando estás malo, ¿eh? – bromeé, mientras me adentraba en el cuarto.
— Faith... – lloriqueó, girándose hacia mí – Ven aquí conmigo, que me muero. Quiero un último beso antes de que me vaya al cielo.
— Tú no irás al cielo, Harry – reí, sentándome a su lado –. ¿Cómo estás?
— ¿No ves que mal? Tengo más fiebre que ayer – murmuró, poniendo su cabeza sobre mis piernas –. Si que te has puesto bonita para mí, ¿no?
— Me he puesto bonita para mí misma – le corregí, acariciando su pelo.
— ¿Te vas a quedar conmigo todo el día, no?
— No Harry, tengo que ir a clase.
— Pero estoy malito, tienes que quedarte aquí a cuidarme.
— Harry, no puedo faltar a clase, hoy dan la mayoría de notas de los exámenes... Tengo que saber cuántas tengo que recuperar, si todas, o al menos he aprobado historia.
— ¿Y yo no importo? – hizo un puchero.
— Cuando acabe las clases, vengo a verte otra vez.
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Unholy Trinity
Fanfiction❝Tres rostros angelicales ocultaban a tres horribles demonios.❞ Advertencia: esta historia tiene contenido sexual gráfico, mal vocabulario, y escenas que involucran alcohol y drogas. Léela bajo tu propia responsabilidad.