→ Harry
Faith me sacó arrastras de la discoteca. La seguí de mala gana, ya que me importaba una mierda lo que Sandy hiciera con su vida, pero aún así no quería que Faith entrara en pánico, y parecía estar a punto de hacerlo; por lo que decidí ir con ella. Parecía tener muy claro donde Sandy estaba, ya que fue directa hacia la cubierta de piscinas y se dirigió hacia las escaleras blancas verticales que subían a la parte más alta del barco. ¿Realmente Faith pensaba que Sandy iba a tirarse del barco por una tontería así? Sandy era más fuerte que eso.Sin embargo, efectivamente, cuando llegamos arriba, vimos a la pelirroja del otro lado de la barandilla blanquecina, mientras el viento movía su cabello violentamente, y sus manos temblorosas la sujetaban en su intento desesperado de no perdernos.
— ¡Sandy! – chilló Faith, haciendo que la pelirroja se girara – ¿¡Qué haces!? ¿¡Estás loca!? ¡Sal de ahí!
— Deja que se tire – reí yo, irónicamente –. Si no tiene huevos a hacerlo.
— ¡Harry, cállate! – me riñó Faith, golpeando mi brazo – Sandy, por favor... – dijo, más suavemente.
— No... vete, Faith. Ya te he dicho todo lo que te tenía que decir en el mensaje. Te adoro. Siempre lo he hecho, y siempre lo haré. Y espero que no me olvides.
— Por favor, Sandy. No hagas esto. No podría vivir sabiendo que ya no estás... por favor – rogó Faith desesperada, acercándose a ella.
Yo me quedé lejos, de brazos cruzados. ¿Siendo honestos? Me sudaba la polla si Sandy saltaba. Había llegado a quererla, y mucho. Pero todo el daño que nos había hecho hacía que se me olvidara el más mínimo afecto que había sentido por ella. Sin embargo, Faith se acercó hasta que la abrazó. Sandy rompió a llorar sobre su hombro, mientras Faith la ayudaba a volver del otro lado de la barandilla.
— Dios mío... menos mal... – murmuró Faith, aliviada.
— Si se hubiera tirado, no habría caído al mar. La cubierta de abajo es más grande, habría caído ahí. Como mucho se habría roto un brazo, o una pierna... – dije yo, encogiéndome de hombros.
— Harry, basta – me advirtió Faith.
— ¡No Faith, basta tú! ¡Aléjate de esa arpía! ¡No nos aporta nada! Si quieres estar conmigo tiene que ser lejos de esa estúpida zorra que no ha hecho más que arruinarnos la vida.
— Faith... no me dejes sola, por favor – murmuró Sandy, mirándola con los ojos llorosos.
— Lo siento, Sandy... – dijo ella, soltándola y dando un par de pasos hacia atrás – No has hecho más que mentirme y manipularme. No quiero a alguien así en mi vida... – negó con la cabeza, haciendo que yo sonriera orgulloso de ella – No quiero que te hagas nada... los años que hemos pasado juntas han sido... increíbles. En serio. Te he llegado a querer mucho. Pero era todo una mentira... era como un sueño, del que ahora hemos despertado. Tienes que buscarte una nueva vida... una que no esté basada en mentiras, porque todo termina siempre saliendo a la luz.
— Vámonos, cariño... – susurré, abrazando su cintura desde atrás – No tienes que darle más explicaciones.
— Por favor, no hagas ninguna tontería... solo busca a alguien que te quiera por quién eres, no porque le estás manipulando para que lo haga... – terminó Faith, mirando hacia Sandy a la vez que enlazaba sus dedos con los míos para que ambos pudiéramos alejarnos juntos.
→ Sandy
Fruncí el ceño cuando les vi irse. No me gustaba que mi plan no hubiera funcionado al 100%, pero sí lo había hecho en parte. A Faith seguía importándole, y sabría manejar ese interés que todavía tenía por mí para que volviera a ser mi amiga, o algo más.
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Unholy Trinity
Fanfiction❝Tres rostros angelicales ocultaban a tres horribles demonios.❞ Advertencia: esta historia tiene contenido sexual gráfico, mal vocabulario, y escenas que involucran alcohol y drogas. Léela bajo tu propia responsabilidad.