Unholy Trinity

→ t h i r t y t w o

→ Sandy
Me senté sobre la cama de Faith, ya que ella todavía no había llegado de casa de Michael, con mi portátil sobre las piernas, ya que había recibido el email que estaba esperando. El remitente era Oliver Brooklyn. Oliver era un chico de nuestro instituto, y era mi mayor herramienta para tener a todo el mundo de mi mano. Mi secreto, para ser tan popular, era tener secretos de todo el mundo, y poder obtener lo que quería de todo el mundo. Todos me temían, así que todos me halagaban para que no les hundiera la vida. Y Oliver era experto en conseguir información online... Era un friki sin vida que podía obtener cuanto quisiera con un poco de tiempo y adivinando un par de contraseñas. Entonces, con unas horas, me había conseguido todo lo que se podía saber sobre Michael Clifford. No iba a dejar que Faith saliera con ese idiota. Faith era mía. Y como ya había conseguido que Harry renunciara a la idea de estar con ella, me tocaba conseguir que Faith dejara a Michael.

— Hm... veamos qué secretos escondes, Clifford – susurré, descargando el archivo que Oliver me había enviado.

Eché un vistazo general. No había demasiado que contar sobre Michael. No parecía esconder grandes secretos, o al menos, no suficientemente grandes como para que Faith le dejara al descubrirlos. Además, por lo que ella me había contado, ambos se habían explicado todos sus secretos –omitiendo ella su relación conmigo, porque como ya "había terminado", según ella, no contaba–. Pero entonces encontré lo que necesitaba: Abigail Campbell. Abigail era el primer –y único– amor de Michael. Habían sido mejores amigos desde pequeños, y habían salido juntos durante un tiempo, pero ella se había tenido que mudar a otra ciudad, por lo que tuvieron que dejarlo. La ruptura había afectado bastante al chico.

— Vaya, vaya... Abigail Campbell... – sonreí, guardando el número de la chica en mi teléfono – Parece que alguien va a reencontrarse... Dicen que el primer amor nunca se olvida, ¿no? 

→ Faith
Harry: Buenos días

¿Faith? 

¿Estás durmiendo todavía?

¡Faith!

Faith: Harry... buenos días, ¿qué pasa?

— Gatita... – susurró Michael, intensificando el beso con el que me había despertado. Yo sonreí, acariciando su espalda con una mano mientras con la otra mantenía el móvil por encima de su hombro, para poder responder a Harry.

Harry: ¿Pasas por mi casa antes de ir a la tuya?

Faith: ¿Para qué?

Harry: Así vamos juntos.

Faith: Sí, está bien...  

— Uhm... Faith... – Michael agarró mi camiseta, tirando levemente de ella hacia arriba, yo dejé el móvil sobre la cama para que pudiera quitármela, pero luego volví a agarrarlo, mientras seguía besándole.

Faith: Nof bemos mad tarfe

Harry: ¿Qué te ha pasado? 

¿Estás bien?

¿Faith?

Me estás preocupando.

Faith: hablanos luedo, hatty

Bloqueé el móvil y lo dejé sobre la mesita, para agarrar las mejillas de Michael. Él sonrió y mordió mi labio de forma muy suave, mientras se colocaba entre mis piernas. Yo reí levemente, dejando de besarle, aunque él intentó volver a hacerlo.

— Michael... – susurré, negando con la cabeza.

— ¿Qué pasa? – preguntó mientras me daba varios besos cortos sobre los labios.