Christine se había ganado una fama en el colegio de Hogwarts la cual no le hacia para nada fácil sus días ahí. Pero siempre contó con el apoyo de sus mejores amigos James, Remus, Peter y Sirius.
El problema empieza cuando los cuatro de ellos empiez...
- ¿puedo preguntar cuantas copias tienes de ese libro? - James y yo fuimos a un parque cerca de donde ambos nos estábamos quedando y comíamos de chocolates que solo podían conseguirse en esta zona de Inglaterra. - me causa mucha curiosidad.
- treinta creo. - el ríe al respecto. - creo que he conseguido casi todas las copias.
- lo dudo, te faltan muchos idiomas.
- sigo sin creer que fuiste a comprarme uno. Que casualidad que fuera en mi librería.
- bueno, no fue la primera vez que iba a buscar ese libro. Creo que fue mi doceava parada en la semana.
- ¿y pensabas buscarme o...? ¿qué pensabas hacer con ese libro? No sabías de mi ni nadie como para que le preguntaras.
- tener un libro de esos en mis manos me haría sentirte de alguna manera cerca de mi. - voltee a verlo ante eso. - se que no debería decir cosas como esas, mucho menos ahora que mi vida es...
- bastante diferente, si.
- pero aunque no lo dijera, tu lo sabes, Chris. - negué con la cabeza. - lamento mucho haberte mentido, y me odio por lo que hice pero por eso... por eso pienso no casarme.
- no hagas esto James, no vayas a pedirle matrimonio a una chica y luego dejarla por otra.
- de acuerdo, las cosas no están sucediendo como deberían pero estamos aquí, tu y yo admitiendo nuestros sentimientos y... estoy harto de culpar al destino de que no estemos juntos cuando podemos arreglarlo e intentarlo.
- ¿qué piensas que pasará una vez que tu te separes de ella?
- ¿podré estar a tu lado sin culpa?
- no vas a casarte ni tener hijos. Que por lo que veo y por lo que me dabas a entender era tu mas grande sueño cuando estudiábamos. - hace una mueca. - no lo vale.
- claro que lo vale... lo vales. - guardé de mi barra de chocolate y me puse de pie para caminar por el parque, donde el me sigue. - voy a cancelar mi boda.
- ¿lo harás? - pregunté y el asiente con la cabeza. - esto es una locura.
- tenemos esta ciudad para nosotros, donde nadie mas nos conoce. Un fin de semana y el mismo sentimiento... ¿qué hacemos perdiendo el tiempo?
- eso me convertiría en una terrible persona.
- ya seríamos dos. - no decimos nada, ni siquiera nos movemos de donde estamos y el toma de mis manos. - te amo.
