Capitulo 4

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Izabella.

Hay almas gemelas que quizás nunca dormirán juntas, sin embargo, siempre se soñarán.

Siempre me lo repetía pues por desgracia me toco de la peor manera darme cuenta de que no todas las personas están destinadas a estar juntas de manera romántica, más sin embargo yo era una clase de persona masoquista, y quería creer que quizás en otra vida podría estar con ella.

Ver a Emma besarse con alguien más era doloroso, pero ver que se besa con alguien que de verdad no valora nada de ella era desgarrador, pero yo soy su mejor amiga y debo actuar como tal porque es evidente que ella jamás estaría con una chica; una parte de mí se rehusaba a aceptar aquello, pero no tenía elección.

—Oye, chica de hermosos ojos azules— dijo Liv tomando mi brazo.

—Sí, chica de hermoso cabello rubio— dije, dirigiendo mi vista hacia ella y no a la escena de Em y su novio.

— ¿Qué estabas viendo? — preguntó, curiosa.

—Solo quería llamar a Emma para presentarte— dije encogiéndome de hombros.

Liv es la persona con la que me conocí en línea, ella me había dicho que se mudarían cerca y que probablemente terminaría su último año aquí.

—Ella es tu mejor amiga ¿no? — dijo dudosa.

Estaba a punto de responder cuando Alex se acercaba junto a Emma, podía jurar que Em se había puesto muy pálida.

—Hola chicas— dijo Alex con una sonrisa.

—Hola— dijimos Liv y yo al mismo tiempo.

—Liv ¿Cómo va tu primer día? Dime, Izabella es buena guía, a veces es algo grosera, pero es cuando no conoce mucho a las personas— dijo Emma con un tono sarcástico.

Liv estaba a punto de responder cuando la interrumpí, sabía lo que estaba a punto de decir y mis amigos aún ni siquiera saben que me gustan las chicas.

—Nos conocimos en línea, y ayer ella me comentó que se trasladaría aquí y bueno prácticamente nos hemos hablado en todas las vacaciones— dije viendo a Liv para que me entendiera.

—Sí, eso— dijo Liv dudosa.

—Oh, ¿En serio? vaya que bien, no me habías comentado nada Izzy— dijo Em, mirándome fijamente.

—Bien, deberíamos ir a almorzar— dijo Alex, tratando de romper el hielo.

— ¡Buena idea! —dijimos las tres al mismo tiempo.

—Liv y yo los alcanzamos luego, nos guardan asiento, sí— dije, haciéndole señas a Liv para que me siguiera.

Y así lo hizo de cierta manera, le debo una explicación del porqué no dije que estábamos saliendo, ella se veía muy seria y con razón, prácticamente había hecho como si no tuviéramos nada.

Nos dirigíamos a los baños y estaba pensando en cómo pedirle que me diera tiempo para encontrar la manera de decirle a mis amigos, bueno... más que todo a Em, no quiero que deje de ser mi amiga, sobre todo por su familia que es muy religiosa.

—Bien qué tienes que decirme, mi querida amiga de internet— dijo sarcásticamente.

—Liv en serio lo siento, de verdad no quise ocultar que salimos, pero es que tienes que saber que mis amigos aún no saben que me gustan las chicas— dije preocupada.

—Pero eso no quita lo feo que sentí que no me presentaras como se debe, digo... aún no somos nada oficial, pero yo siento que hemos salido lo suficiente para formalizarlo, sin embargo, ahora siento que se va a prolongar más— dijo, de una manera seria.

Amor en VancouverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora