Izabella.
Martes, 01 de diciembre, 2015
Antes del hielo en las charcas —antes de los patinadores,
o de las manchas de nieve
en billetes al anochecer —Antes del fin de los campos,
antes del árbol de Navidad,
¡uno detrás de otro
milagros a mí vendrán!—Emily Dickinson
¿Recuerdan las navidades de antes? Porque yo, sinceramente siento que ya olvidé la última vez que la pasé en familia. Y ahora no estará ni mi pequeña Lucia, conmigo... lo cual me pone más triste de lo normal. Ya pasó un mes y unos días desde mi cumpleaños, me aterra lo rápido que puede llegar a pasar el tiempo. Es decir, en algunos años, esto solo será un recuerdo de lo que fue mi vida.
Emma y yo, estamos bien. Eso quiero creer ella últimamente sale también con Marco, para engañar a su madre y hacerle creer que tiene algo con él, logrando con eso tener más libertad para verme a mí, también recuperó su celular y nos llamamos, mensajeamos cada vez que podemos. Mis celos por Marco han disminuido desde que lo vi salir de ese vagón con Ithan... no puedo creer que nunca paso por mi mente que, a Marco, le gustaba el chico rubio, si a veces son más obvios que Emma y yo.
Bueno, nosotros seguimos en clases y si increíblemente aún no me expulsan. Mi mamá, me llama más seguido que antes y aunque no sé porque, tengo que admitir que me hace bien que lo haga.
En casa de Emma, no puedo ni acercarme porque su mamá y su padrastro, están listos para hacerme un exorcismo. Y no, no es broma.
Emma, cumplió años el mes pasado y fuimos a la playa porque ambas queríamos ver el amanecer, también fueron nuestros amigos... le compré muchos regalos, pero aun así siento que no logré superar lo que ella hizo por mí. Fue otro de esos días mágicos con la castaña porque estábamos juntas; viendo el imponente mar, acompañado del abrazador y cálido sol.
—¡Hey! —saluda Alexa, un tanto animada.
—¿Por qué estas tan feliz? —le pregunto, mientras me siento a su lado en clases.
—Tengo novia. —dice, como si nada y yo escupo un poco de agua que estaba bebiendo en su cara.
—¡¿Qué te pasa?! —reclama, alzando la voz—Tan sorprendente es que tenga novia.
—Claro que sí, tú eres una fuckgirl. —le digo, mientras le paso una toalla para que se limpie.
—Cállate, idiota. —dice, mientras me saca su dedo medio y se recuesta en su silla—. También tengo sentimientos y tendré a quien llevar a la cena de navidad.
—Quisiera decir lo mismo, pero creo que Marco, será quien esté en esa cena de navidad con Emma. —comento, un tanto triste por pensar en eso.
—No creo que Emma, quiera estar con ese chico y si lo hace es por influencia de su mamá.
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Amor en Vancouver
Teen FictionAtreverse a amar a alguien es un acto honorable, pero atreverse a amarse a sí mismo es un acto que requiere de valentía; Emma Miller se dará cuenta de lo que conlleva ser capaz de ser dueña de su vida, sus ideales, su cuerpo y sus pensamientos ante...