Emma.
Como sospeché mi madre enserio se encargaría de que mi contacto con Izabella fuera nulo y eso que solo sabe de esa publicación falsa, si supiera que la que es novia de ella soy yo... no sé qué pasaría.
Tengo cuatro días sin hablar con Izzy, porque mi mamá hizo que me cambiaran de las mayorías de clases que tengo con ella, ahora solo compartimos una y ni siquiera podemos hablar como tal porque Alison, fue transferida a esa clase. Lo que hace mi madre con tal de tenerme vigilada.
Cuando la ojiazul vio mi correo, se encargó de hacerme llegar una carta con Julie, la cual decía:
Emma, primero que nada, espero que estés bien. Nunca pensé que escribiría esta carta y que al hacerlo me sentiría tan impotente... Te juro que quiero golpear a ese hombre, si es que se le puede llamar así. ¿Cómo se atreve a ponerte una mano encima? ¿Cómo se atreve siquiera a levantarte la voz? Sé que ahora estamos lejos de tener la libertad que deseamos para poder estar juntas; pero, amor, mi bonita, te prometo que no voy a rendirme y sé que tú tampoco lo harás. Tú me pides que no haga nada, pero, Emma, pídeme todo menos eso. ¿Cómo pretendes que me quede de brazos cruzados? Si justo ayer te dije que te amo, y no, no lo dije por decirlo, en verdad lo siento. Así tenga que enfrentar a toda tu familia, voy a sacarte de ahí tan pronto como nos graduemos.
Sé fuerte, por nosotras.
Con mucho amor, tu novia y mejor amiga, Izabella Williams.
Guardaba su carta en medio de uno de mis cuadernos y recordar cada una de las palabras escritas ahí, solo me hacia tener un poco de esperanza.
Guardé mis cuadernos y bajé a la cocina... mi madre ya me estaba esperando porque desde que me prohibió ver a Izzy, ella se encarga de irme a dejar para así evitar que me encuentre con ella. Subí al auto con ella y solo me mantuve en silencio, saqué mis audífonos y la canción que estuvo presente en mi segundo beso oficial con mi novia comenzó a sonar y una sonrisa nostálgica se hizo presente.
Ho hey de The lumineers, sin duda era una canción especial para mí, por los recuerdos que me trae. Y siempre que suene... esta canción, me recordará a la chica de ojos azules por la que me atreví a vivir este sentimiento.
Tengo mucho miedo de perderla y también de que nos separen. Casi es su cumpleaños y aun no se ni como haré para verla ese día, tengo que ser muy cuidadosa porque no se de que sea capaz mi familia si descubren que estoy enamorada de mi mejor amiga.
Después de un no tan largo camino, por fin llegué a la escuela y solo deseaba que mi madre me dejara al menos por un momento sola, pero ella insistió en llevarme hasta la entrada. Me encontré con Julie y Alex, ellos me saludaron de lo más normal, también a mi madre... aunque sé que ambos están aguantando las ganas de decirle unas cuantas cosas a ella.
—Bien, Emma. —suspiró, mi madre—Ya sabes, al salir de aquí te quiero en la casa puntual.
—¿No me dejaras ir a la librería? —pregunté, un tanto preocupada—Mamá, es mi trabajo.
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Amor en Vancouver
Teen FictionAtreverse a amar a alguien es un acto honorable, pero atreverse a amarse a sí mismo es un acto que requiere de valentía; Emma Miller se dará cuenta de lo que conlleva ser capaz de ser dueña de su vida, sus ideales, su cuerpo y sus pensamientos ante...