Eleonor.
Paris, Francia, 1974.
Siempre creí que la primera vez que me enamoraría, seria de un hombre elegante de ojos claros, un caballero exclusivamente nato para la política y esas cosas que tanto le importan a mi querido padre. Jamás imaginé que mi primer amor seria todo lo contario a lo que mi exasperante progenitor habría preparado para mí. Tengo miedo de tan solo pensar en todo lo que pasaría si mis pensamientos salieran a flote, porque todo en mí, estaba convencido de que es una completa locura; ¿Cómo se lucha contra lo que no sabes? ¿Cómo enfrentas algo? Cuando sabes que absolutamente todo está en tu contra.
Estoy enamorada, estoy cayendo en un acantilado y no hay quien pueda rescatarme del inevitable golpe con la colina. Hablando con mi conciencia cada noche, porque es un peligro confiar en cualquier persona para refugiar mi vergonzoso secreto... estoy perdidamente enamorada de una mujer, no es cualquier mujer, ella es la hija del socio de mi padre y buena amiga de la familia; la veo cada día en ese refinado complejo católico. Mi corazón no puede más y una parte de mí, desea que su afecto por mí no sea solo de amistad, necesito probar sus labios y tratarla mejor que cualquiera de esos caballeros que la cortejan. Lamentablemente la realidad es otra y aunque a veces sus acciones me dicen que es posible que los sentimientos sean recíprocos, eso no quiere decir que este bien visto.
Aunque hace años dejó de ser un crimen, aun sería un fuerte golpe para mis padres ya que para ellos sigue siendo algo de muy mal gusto, pero también he hecho mis investigaciones y tengo la esperanza de que en algún momento podré salir de la casa de mis padres y ser libre como una de las tías de Cindy, una compañera del complejo es sobrina de una escritora francesa llamada Rachel y hay rumores de que viaja por el mundo vestida de hombre, acompañada de su amante Susana. Tengo la esperanza de que quizás sea afortunada y encuentre a una compañera que anhele arriesgarse tanto como yo.
Nunca imaginé lo que ese día descubriría...
Actualidad Gastown Vancouver, Canadá, 2015.
Desperté de mi profundo sueño al escuchar a alguien llamar a la puerta con mucha insistencia, decidí que debía percatarme de quien se trataba, aunque eran con exactitud las tres de la mañana del día de navidad, traté de levantarme sin despertar a Carla, quien dormía a mi lado y fue inútil ella sintió mi escandalosa manera de salir de la cama.
—¿Qué haces? Son las tres de la mañana. —dice, mientras se acomoda más en la cama.
—Al parecer alguien cree que es buena idea, tocar la puerta a esta hora. —bromeo, tratando de suavizar la situación porque la verdad si era algo raro.
—¿Quién podría ser a esta hora y justo ese día? —pregunta, con evidente preocupación.
—No lo sé, tal vez sea uno de mis hijos. —respondo, encogiéndome de hombros—. Aunque estoy segura de que ellos llamarían para avisar que me vendrán a ver.
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Amor en Vancouver
Teen FictionAtreverse a amar a alguien es un acto honorable, pero atreverse a amarse a sí mismo es un acto que requiere de valentía; Emma Miller se dará cuenta de lo que conlleva ser capaz de ser dueña de su vida, sus ideales, su cuerpo y sus pensamientos ante...