Honestamente nunca creí que podría estar en esta ciudad siendo la mujer que siempre quise ser, sin embargo, aún tengo muchas cosas pendientes por curar y aunque esta no es mi especialidad, sé que estoy cerca de lograrlo, es decir, normalmente siempre me escondo en el trabajo y solo intento seguir adelante, siendo lo más provechosa posible.
Estoy de camino a mi nuevo empleo en la gran ciudad de New York, es una oportunidad que no quise desaprovechar porque necesitaba un cambio y bueno, creo que todas las cosas que vengan de aquí en adelante serán totalmente buenas.
También estoy con una nueva terapeuta, la anterior se quedó en New Haven, pero me habló muy bien de una de sus compañeras y he decidido tomar ahí mis sesiones, quiero seguir con esto porque siento que es lo único que me ha ayudado desde que descubrí ese secreto de mi madre y entre otras cosas.
Estoy en un momento un tanto raro de mi vida, pero siento que estoy en el lugar correcto y sé que solo debo mantener mis metas fijas y no distraerme en el camino...
—Señorita, vengo por la vacante como editora de la revista IAC. —digo, con mucha seguridad.
—Oh, claro mi jefa debe estarla esperando. —dice, la secretaria con mucha amabilidad.
—En ese caso ¿Puedo pasar? —pregunto, mientras veo a la chica concentrada en su ordenador.
—Pues, de hecho, me acaban de anunciar que ella esta por salir a almorzar, así que yo haré la entrevista. —responde, apenada y guiándome hacia otro escritorio.
—Bien, entonces la sigo. —digo, para romper la tensión y aunque en verdad quería ver a la persona inteligente detrás de esta empresa, sabía que antes debía pasar la entrevista.
Después de una serie de preguntas sobre mi experiencia laboral, finalmente me dijeron que me llamarían para una prueba de mis habilidades y así definir si el trabajo es mío, claro que mi experiencia dejó muy sorprendida a la secretaria y también haberme graduado de Yale, tenia un excelente puesto en New Haven, pero aunque estudié economía como mi madre quería, nunca dejé de soñar... y así después de siete años desde que salí de Canadá lo único que he deseado es ser escritora y aunque en mi trabajo anterior en realidad me iba demasiado bien, solo deseaba por fin dedicarme a esto y que mejor comienzo que hacerlo en una editorial. Lo sé cualquiera pensaría que sería estúpido dejar la buena vida que tenia solo por comenzar de nuevo, en el área de economía me contratarían de forma inmediata en cualquiera de estos lugares, pero en esta área en realidad no tengo experiencia, años de hacer lo que las personas esperaban de mí y por fin me atrevo a hacer lo que yo quiero.
Sali de este lugar realmente fascinada por todo lo que observé, en verdad quiero trabajar aquí y espero poder aplicar a pesar de mi poca experiencia en esta área. Decidí ir por un café a una cafetería cerca del lugar, encendí mi auto y me puse en marcha hacia el lugar donde venden el mejor café, según Google.
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Amor en Vancouver
Teen FictionAtreverse a amar a alguien es un acto honorable, pero atreverse a amarse a sí mismo es un acto que requiere de valentía; Emma Miller se dará cuenta de lo que conlleva ser capaz de ser dueña de su vida, sus ideales, su cuerpo y sus pensamientos ante...