Capítulo 22: Adictiva.

3.2K 230 63
                                    

Emma.

Mi novia insistió en que tenía que intentar llevarme bien con Alison, porque bueno vivimos juntas y se supone somos familia, pero lo que ella no sabe es que en realidad mi hermanastra... por alguna razón se comporta diferente cuando ella esta.

Aún estábamos en mi cuarto pasando una tarde muy productiva estudiando para nuestro proyecto... comimos y bromeamos. hablamos de muchos temas que ni siquiera se dé donde se nos ocurren, pero me encantaba poder hablar de todo y de nada con ella.

Estábamos acostadas en mi cama, yo con mi cabeza apoyada en su abdomen y ella haciéndome caricias.

—Entonces ¿Qué me dices de Vincent? —preguntó, mientras acariciaba mi espalda.

En esta ocasión nos detuvimos a hablar un poco de arte, Izabella, es una admiradora de muchos artistas... pero su favorito es Vincent Van Gogh, sé que ella ama en su máxima expresión las pinturas de este hombre.

—Pues ya sabes, lo que pienso. —respondí—Me da mucha tristeza su historia porque es de esos artistas que sabes que usó el arte para lidiar con todo lo que llevaba dentro, sus pinturas son demasiado hermosas y llenas de vida.

—¡Ya vez! —gritó, emocionada—Por cosas como estas... me encantas, porque no vez solo una pintura bonita. —suspiró—Vez el trasfondo de una completa obra de arte y lo más importante el alma del artista.

—No, guapa soy tu novia porque no te puedes resistir a mí. —bromeé, mientras la miraba divertida y le guiñé un ojo.

—Bueno, si también por eso. —aceptó, mientras sonreía.

—Tú, también tienes un alma muy bonita sabes... —agregué—Y se nota en todo lo que haces porque toda emoción que tienes la conviertes en arte, cuando dibujas, cuando pintas o cantas.

—Wau, no tenía idea de que me vieras así... —confesó—Hace mucho que no leo algo de tu autoría, pero la última vez que lo hice dije "Además de hermosa, es creadora de textos que te llenan el alma" —dijo, mientras sonreía.

》Tú también trasmites todo lo que tu alma es por medio del arte de la escritura... creas versos llenos de sentimientos, poesía en su máxima expresión.

Hace mucho que no le mostraba a Izzy, lo que escribo porque soy muy insegura y siento que en realidad lo que escribo solo solo son palabras sin sentido.

—Dices eso porque me quieres. —dije, un tanto desanimada.

—No, no digas eso. —dijo, mientras dejaba de hacerme caricias—Emma, tienes un puto potencial para escribir, tienes que dejar de verte de menos en ese aspecto.

—¿Y si nunca me leen? —pregunté.

—Yo si lo haré mi amor.

Mis mejillas se tornaron rosas al escucharla decirme así, ya era una costumbre ponerme nerviosa cuando ella me decía cosas lindas, pero que me diga "mi amor" es como una caricia directa a mi corazón.

—me dijiste mi amor... —le dije tan emocionada como una niña pequeña cuando le dicen que la llevarán a jugar.

—Claro, que lo dije. —sonrió—Mi amor.

Repitió, con una sonrisa tierna y con sus ojos azules más brillantes de lo usual.

—Gracias, por estar aquí.

—Gracias a ti, por quererme. —tomó mi mano y suspiró—Ven, te mostraré algo.

Ambas nos levantamos de la cama, observé como buscaba algo en su maleta de la escuela. Lo primero que sacó fue una libreta de dibujos, luego saco un casete.

Amor en VancouverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora