Capítulo 38: Sentimientos encontrados.

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Emma

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Emma.

Tengo que decir que hoy definitivamente ha sido a lo que llamo mala suerte ¿Por qué de todos los lugares posibles tenía que buscar trabajo aquí? Enfrentarla fue... realmente caótico y todas las cosas que me temí, pero más que eso me hizo sentir completamente ajena a lo que se supone que soy ahora, fue como regresar en el tiempo y traer de vuelta a la chica asustada de Vancouver, tuve que sacar mi enojo porque corría riesgo de verme débil y no deseaba que ella crea que sigo siendo patética como antes.

Ella cambió y no solo físicamente, se ve más seria, enfocada, mucho más fuerte que antes, egocéntrica y segura de sí misma, pero también mucho más cerrada, como si no expresara lo que en verdad quisiera decir.

Aunque algunas cosas se sentían iguales, estaba esa horrible sensación de que éramos unas completas desconocidas... ajenas la una a la otra, como si esa relación que tuvimos fue en una vida alterna.

Desconocidas...

Tengo que admitir que saber de ella al final no me desagradó para nada, es decir, aunque si es muy distinta, aún está esa chica de diecisiete años que dejé atrás, pero sobre todo enterarme de todo lo que logró a pesar de todas esas lesiones, me llena de orgullo y también de tristeza, porque me hizo recordar que yo no estuve y no lo viví con ella.

Aunque realmente esas cosas he intentado dejarlas atrás una parte de mí, siempre va a resentir eso.

Pero verla en esta etapa de su vida, donde es una gran ejecutiva y además está cumpliendo los sueños que algún día me contó, es como una especie de alivio porque me hace creer que tal vez, aunque no fue lo mejor, al final una de nosotras al menos es feliz.

No quiero decir que yo no lo sea, creo que todos vamos en nuestros tiempos y en algún punto yo también cumpliré mis sueños, tengo a mi novio Max, que es la luz de mi vida y estoy agradecida por eso.

Después de todo el dolor, creo que ambas encontramos algo de calma.

No supero el verme a mi entrando en esa oficina con miedo de que me sacara de ahí y ni siquiera entiendo porque tenía ese miedo, bueno la verdad es que estaba demasiado nerviosa de verla de nuevo, incluso las manos me sudaban y no lo sé al verla tan imponente, también influenció en mí de muchas maneras.

Incluso actúe como una tonta en todo el almuerzo, estaba realmente ansiosa y sobre todo cuando me tope con esos ojos que siempre tienen el talento de alguna manera generar sensaciones que no quiero.

Ella en cambio con tanta seguridad y bueno me emociona estar invitada a su exposición de arte, pero no quisiera ir sola.

En fin, verla fue extraño, pero me hizo confirmar que este asunto está superado o al menos eso creo, sé que ya no la amo, pero cielos uno no puede negar que ella está más guapa que nunca y no lo sé solo estoy nostálgica, pero hasta llegué a pensar que ella me sigue viendo con amor, pero eso es imposible ya pasó tanto tiempo.

Amor en VancouverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora