Emma.
Aceptarse: Cuando hablamos de aceptarse a uno mismo, nos estamos refiriendo al estado de completa aceptación por parte de nosotros mismos. De esta forma, aceptarse a uno mismo implica ver quién eres sin tener una necesidad de juzgar los defectos o virtudes.
Una semana había pasado. Lunes 05, octubre, 2015.
Me encontraba, leyendo en la biblioteca del colegio. El profesor Alonso, nos mandó a buscar conceptos que fácilmente podíamos encontrar en Google dando un clic, pero él insistía en que siempre es bueno buscar en los libros porque tal vez encuentres algo que en el Internet no.
Habían pasado ya varios días desde la cita improvisada con Izzy, una semana para ser exactos y en estos días nos la hemos pasado juntas "estudiando" en mi casa, aunque en realidad eran citas para besarnos y platicar, intenté volver a trabajar en la librería junto a ella. En un principio no me querían aceptar de nuevo por cómo abandoné el trabajo la última vez, pero gracias a Izabella, se logró. Tuvimos platicas de todo y de nada durante los recesos, las salidas improvisadas para ir por un helado de fresa que ella tanto, ama.
Siguiendo con los conceptos... al encontrar este que habla de aceptación y leyendo más sobre eso me trajo muchos recuerdos de lo lejos que he estado de aceptarme tal y como soy.
En muchas oportunidades me he rechazado a mí misma, por cómo soy o por cómo pienso, me costó mucho entender que el hecho de que me gustará una chica no tenía nada de malo, pero me costó más aceptar que mi familia y la iglesia no siempre tienen la razón.
Y si algo fue difícil, fue eso... cuestionar al creador de todo porque en verdad yo nunca quise fallarle, y sus seguidores me han hecho creer que amar a Izabella, es el peor de los pecados.
Espera Emma Miller, dijiste la palabra "amar" me cuestione...
Claro que la amas, siempre la has amado solo que, por mucho tiempo como tu mejor amiga, pero ahora es la chica de la que te estás enamorando poco a poco.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Alex.
—Solo reflexiono un poco. —dije, soltando un suspiro.
—¿Sobre tu futuro noviazgo con la que ya era tu esposa? —bromeó.
—¡Hey! —me queje.
—Por favor, Emma, ya sabemos que tu cerebrito le dedica la mitad del día a Izabella. —dijo, girando los ojos.
—Es que la verdad Alex, tengo miedo... —balbuceé—Tengo miedo de mi madre, de mis familiares todos son muy religiosos y aunque yo sé que lo que tengo con ella no es algo malo, no quiero tener que lidiar con el odio de mi familia.
—Me lo imagino... escucha Emma, mi familia también es así, hay cosas que amo hacer y ellos condenan, pero no podemos detener nuestra vida por ellos. —dijo, mientras posaba su mano en mi hombro en forma de apoyo.
》Lo cierto es que ellos ya vivieron su vida, fueron jóvenes estúpidos, se equivocaron y lucharon por las cosas que amaban. Nos toca a nosotros decidir, no a ellos.
—Eso es muy cierto, pero de todas maneras son mi familia y los amo. —dije, cabizbaja.
Sabía perfectamente que Alex, estaba en lo cierto al decir eso, pero es que en realidad no quería que mi madre me odiara o me despreciara, realmente ella y mis abuelos son las personas que a pesar de todo amo.
De mi padre biológico no sé nada... ni de su familia solo sé que me abandonó y dejó a mi madre a su suerte.
Muchas veces deseé con todo mi corazón conocerlo y tener lo que mi hermanastra si tiene, un padre el cual la consiente. Cuando mi madre inició su vida junto a Mauricio, el padre de Alisson, me hizo mucha ilusión tener a una figura paterna, pero desde el día que mi mamá le dijo de mi beso con Izabella... él me trató cada día desde que pasó eso como si fuera una abominación.
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Amor en Vancouver
Teen FictionAtreverse a amar a alguien es un acto honorable, pero atreverse a amarse a sí mismo es un acto que requiere de valentía; Emma Miller se dará cuenta de lo que conlleva ser capaz de ser dueña de su vida, sus ideales, su cuerpo y sus pensamientos ante...