Esa misma noche.
Eran altas horas de la noche y las cazadoras estaban cada una en su tienda menos Zöe, ella estaba en la tienda de su señora. Ella estaba al cargo del bebé.
A ella no le molestaba tener que cuidar a la criatura, ya que ella no sabía si era un niño o niña.
En un primer momento el bebé parecía estar muy tranquilo y ella pensaba que iba a ser una noche fácil, después de todo... ¿Qué problema puede dar un bebé?
No fue nada difícil hasta que llegó las cuatro de la mañana. En ese momento los llantos descontrolados del bebé hicieron que todas las cazadoras se levantaran sin saber que era lo que estaba pasando.
Todas fueron a la tienda de Artemisa. Zöe en un primer momento pensó que tenía alguna molestia, por lo que lo cambió de posición unas cuantas veces, pero al final se dio por vencida y decidió a probar otra cosa, pero las cazadoras ya habían llegado y comenzaron a cuestionarse que era el posible mal del bebé.
La siguiente idea que intentó fue que debía necesitar un cambio por lo que comenzó a desvestirlo. Fue bajo el ojo de todas las chicas que se dieron cuenta de algo, era un niño.
Eso dejó sin palabras a todas.
- Normal que de tanto alboroto. - Dijo una cazadora llamada Phoebe. - Niño tenía que ser.
- No digas eso. - Dijo una cazadora hija de Afrodita. - Es solo un niño pequeño, no tiene la culpa de nada, puede que tenga hambre.
Con eso Zöe se acercó al niño y le extendió su dedo meñique y rápidamente el niño intentó morder el dedo, ok claro indicativo de que tenía hambre. Ellas ahora estaban en un claro problema, no tenían nada que un bebé pudiera comer, además, como tampoco sabían cuanto tiempo tiene no tenían muy claro que era lo que podía comer o no, por lo que estaban en un buen problema.
Todas las cazadoras, en pos de callar al niño, buscaron en sus reservas personales algo que pudiera tomar. Uno fue hasta cinco minutos después que una volvió con un pequeño paquete de leche. Ella lo había estado guardando para tener algo más de desayunar a parte de carne.
Con la ayuda de una cantimplora y un poco de plástico consiguieron crear un biberón improvisado. Afortunadamente, el niño se aferró al biberón como si no hubiera un mañana y comenzó a comer mientras era alimentado por Zöe.
Cuando el niño terminó de comer la diosa había vuelto y se sorprendió de ver a todas sus cazadoras despiertas. Se había asegurado de que estaban todas dormidas menos la comandante.
- ¿Qué está pasando? - Dijo Artemisa llegando a su tienda.
- Señora. - Dijo Phoebe cuando ella se hizo presente. - En niño no dejaba de llorar, y hemos descubierto que es un chico.
- Si, ya lo sabía. - Dijo la diosa llamando la atención de todas. - He decidido que se quedará con nosotros hasta que tenga cuatro años, una vez tenga esa edad lo dejaremos en el campamento.
- Pero solo pueden entrar semidioses. - Dijo Sophie, la cazadora hija de Afrodita.
- Sé que es un semidiós. - Dijo la diosa mientras se acercaba al niño que Zöe estaba intentando hacer eructar. - No sé quien puede ser su padre, pero sé que es uno. Pero bueno, hora de dormir, retrasamos la salida de mañana hasta las diez para que podáis dormir un poco más.
Tras esas palabras las cazadoras volvieron a sus tiendas, pero algunas le acariciaron la cabeza al bebé que tenía Zöe entre sus manos.
En el momento que Artemisa se quedó sola con el niño, este pareció calmarse un poco. Puede que sea por ser la patrona de los niños, pero un extraño sentimiento surgió dentro del pecho de Artemisa.
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Hijo de la luna
Fanfiction¿Qué pasaría si en esta línea temporal y universo al que hacen mención en la profecía se pensara que no fuese Percy sino Thalia? En este mundo Poseidón se enamora y deja embarazada a una mujer casada y, tras un incidente Percy queda solo en el bosqu...