La vigilancia desde lejos

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Percy y las otras cazadoras se mantuvieron en silencio como el dios de la guerra había aparecido de golpe delante de ellos con unas gafas de sol que no dejaban ver sus ojos. Todas se quedaron quietas excepto Phoebe, la cual ya sea por ser su hija o porque estaba acostumbrada a ese aura, podía mirarlo como si estuviera viendo a cualquiera.

- Bueno. - Dijo el dios mientras posaba su mirada, o eso pensaban, sobre ellos. - Phoebe, ¿Qué estáis haciendo?

La cazadora miró a sus compañeras, Zöe la miró seria para luego hacer un gesto imperceptible para el dios.

- Estábamos vigilando a la hija de Zeus. - Dijo la chica con calma. - Artemisa nos había encargado la misión de vigilarla por pedido de Zeus, no quiere que le pase nada por el momento.

- ¿Ha pasado algo? - Dijo el dios mientras se frotaba la barbilla.

- No mucho, solo se ha enfrentado a Medusa. - Dijo Phoebe. - Al final tuvimos que ayudarla, le falta camino para poder ser fuerte.

El dios se rio de lo que había dicho su hija.

- Bueno, yo solo les he mandado a una misión de búsqueda de una cosa que he perdido alguien. - Dijo mientras guiñaba un ojo. - Lo más peligroso puede ser que los pillen en la tele del Olimpo.

- Aun así tendremos que vigilarlos. - Dijo al final la cazadora con pesar. - Preferiría estar cazando monstruos que hacer de niñera.

- Pero si ya eres una niñera. - Dijo Ares para luego mirar a Percy, el cual se estremeció por lo dicho. - Pero bueno, dejemos a la mascota de Artemisa.

Después de eso el dios desapareció dejando solo a las cazadoras y Percy. Rápidamente Phoebe se acercó a Percy y le dijo que no hiciese caso a su padre y que no se dejara llevar por las palabras de ese.

Zöe caminó por la calle en la que se había ido el grupo, después de un tiempo llegaron a un parque acuático el cual tenía las puertas cerradas y no podía pasar.

En el fondo, la teniente de las cazadoras, sabía a quien se le había perdido el objeto. Miró a Sophie, la cual también sabía quien era y quien estaría poniendo trampas. Hefesto había hecho un sistema que hubiera sellado las puertas en el momento que se cerraran cuando alguien entrara y fuese un semidiós.

Percy miró alrededor del lugar en las zonas que no hubiera mucha vista de terceros. Lo malo de los parque acuáticos bajo techo es que no tenían ventanas ya que podría haber pervertidos acechando por el lugar, por lo que las únicas ventanas que había estarían en el techo.

Comprobó que las puertas de emergencia también estaban selladas, Percy sabía que Hefesto no era tan sádico como dejar encerrado a un pobre semidiós que por erro hubiera terminado ahí dentro, por lo que puede haber una puerta o punto de salida.

Él comentó eso a sus compañeras, las cuales habían escuchado con atención. Si bien tenía algo contra su esposa y su medio-hermano, pero no tenía nada contra los semidioses como su madre. Phoebe y Sophie no parecieron muy convencidas por lo que estaba diciendo Percy, pero decidieron probar.

Zöe consiguió trepar por la fachada del edificio debido a algunos agujeros que se habían producido por el paso del tiempo. Esta consiguió llegar al punto más alto y a unos metros de los ventanales.

Ella se asomó con cuidado a la ventana y vio como tres personas a lo lejos caminaban con cuidado y con las armas listas por si se da el caso de que un monstruo los atacara. Al ver que no iban a hacer un gran avance por el momento Zöe sacó una cuerda de su mochila y a base de fuerza pura agarró y permitió al resto subir hasta su punto.

Desde arriba vieron como el grupo comenzó a ir a las atracciones haciendo que el resto les perdieran de vista por meterse en lugares que tenían techo, por lo que lo único que podían hacer era observar.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora