La primera despedida

140 20 7
                                    

Percy y Thalia estaban encabezando la marcha en el chatarrero. Grover, Bianca y Zöe estaban por detrás mirando por donde estaban pisando, todo el camino estaba encasillado por dos montañas de chatarra que formaba un camino laberintico.

En esas montañas de basura había muchas cosas, desde trozos de metal que cualquiera podría ver que era inservible hasta cosas que podrían ser útiles como aparatos mecánicos parecidos a robots de los que podrían sacar piezas, incluso había una nevera en perfectas condiciones, ¿Por qué el tullido tiraría cosas que servían?

Esa pregunta llegó a la mente de Thalia en más de una ocasión, pero no quiso dejar que se reflejara en su cara. Percy, por otro lado, no dejaba de poner una cara extraña al ver la basura. Las cazadoras le habían enseñado que si algo todavía cumplía con su función podrían seguir usándolo, como la manta que él había usado cuando era pequeño, cuando creció se transformó en la capucha de su traje de protección, por lo que le chocaba ver todas esas cosas útiles en un lugar donde nadie podría volver a usarlas.

Caminaron durante un tiempo hasta que al final no pudieron soportar el silencio que había entre todos y Grover decidió romper el hielo.

- Podría tocar algo con la flauta. - Dijo este tímidamente. - Para que por lo menos pase el tiempo más rápido.

- No te ofendas Grover. - Dijo Thalia. - Respeto tus gustos musicales y me gusta Linkin Park como a ninguna, pero no soporto tus versiones de sus canciones en flauta, lo siento.

- Nah, no paran de decírmelo. - Dijo Grover poco ofendido por lo que le habían dicho. - ¿Alguien tiene algo que decir?

- De hecho si. - Dijo Percy llamando la atención de todos. - Bianca, ¿Cómo mataste a ese esqueleto con tu daga? Las únicas dagas diferentes en toda la caza son las mías y fue porque mi madre hizo que Hefesto las forjara para mí en plata olímpica.

Bianca pareció pensar en lo que había dicho Percy. Ella vio que Thalia también fue capas de matar uno, pero consumió mucho de su poder en lanzar ese rayo.

- Si te digo la verdad no sé como lo hice. - Dijo la chica mientras caminaba y miraba lo que había en las montañas. - No sé si es que le di en una zona en el que el esqueleto era vulnerable o por si se me alinearon todos los astros para que le diese un golpe decisivo.

- Bueno, no le busquemos los tres pies al gato. - Dijo Zöe con calma. - Por el momento sabemos que tuvo suerte y que mató a uno, a lo mejor a nosotros también nos pasa y no tendremos que gastar mucha energía en pelear.

El silencio poco a poco volvió a reinar en el grupo hasta que hubo un bifurcación en el camino. No sabían muy bien donde podrían terminar esos caminos por lo que hubo una pequeña charla sobre que camino tomarían. Podrían separarse, era un lugar "seguro", por lo que no corrían ningún riesgo de ser atacado por un enemigo.

Rápidamente formaron dos grupos, Percy y Zöe fueron por un lado, mientras que Thalia, Grover y Bianca, la cual había decidido ir con Thalia ya que ella le dijo que quería hablar con ella. Percy y Zöe tomaron el camino de la derecha, haciendo que el resto tomase el otro camino.

Los dos cazadores siguieron el camino, en algunos puntos se vieron obligados a subir por la montaña de basura que había. Esto hizo que Zöe lograse ver un arco en muy buenas condiciones e intentara llevárselo con ella de no ser por unas palabras por parte de Percy. Caminaron un tiempo más hasta que pasó algo que sorprendió mucho a la pareja de cazadores.

Sonaba una alarma que decía algo de un robo y que se ejecutaría el protocolo de defensa solo para que un gran temblor se hiciese presente y tirara a Percy por la colina de basura y, de no ser por Zöe, habría terminado sepultado por la chatarra. Cuando pudo estabilizarse de nuevo vio un gran soldado de bronce caminando hacia la dirección en la que se fue el grupo en el que se había ido el otro grupo.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora