Un debate interno

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Todos habían quedado a la espera de que Percy pudiera moverse nuevamente sin causarse daños. En cinco minutos el ungüento frío comenzó a hacer efecto y comenzaron a ir a la cueva en el que suponían que pudiera haberse ocultado.

Estos fueron evitando la mayor cantidad de sol que pudieron. Tardaron otros diez minutos en llegar a la entrada de la cueva donde había dejado en claro la presencia del Cíclope ya que había partes dentro que parecían dañadas, entre ellas el catre enorme. Estos fueron con cuidado en el interior y comenzaron a buscar, si estos pudieran encontrar solamente el vellocino de oro se irían de inmediato a buscar a Tyson para luego irse de ese lugar.

Ellos esperaron tener una sesión muy tensa de jugar al escondite mientras el cíclope iba y venía, pero lo que no se esperaban es que el cíclope estuviese hablando. En un momento pensaron que estaría hablando consigo mismo sobre lo que había pasado, pero parecía que estaba hablando con alguien.

En el momento que escucharon la voz de Tyson, Thalia se preocupó mucho. Esta fue lo más rápido que pudo hasta que llegó a la cámara en la que parecía que almacenaba carne, allí Tyson estaba escuchando lo que sus compañeros le había hecho sus compañeros.

Puede que Tyson tuviese una mentalidad un poco infantil por la tasa de crecimiento de un cíclope normal y corriente, pero sabía que sus amigos no le harían eso por las buenas. Este intentó defenderlos diciendo que a lo mejor estaban protegiendo algo, pero Polifemo le contestó diciendo que estaban planeando robar algo que es suyo y que él lo necesitaba para poder comer.

Justo en ese momento apareció Thalia en el campo visual de Tyson. Esto sonrió al verla, pero rápidamente entendió que no podía dejar que Polifemo se enterara que ella estaba aquí.

- Estoy tan enfadado que parece que puedo olerlos. - Dijo Polifemo haciendo que Tyson se girara rápidamente a él.

- Debe ser tu imaginación. - Dijo el joven cíclope. - Aquí solo estamos tú y yo, solo nosotros.

Todos se palmearon la cara al ver el intento pésimo de disimulo de Tyson, pero al ver que Polifemo se lo creía decidieron dejarlo pasar. Eso le dio el tiempo suficiente a los chicos para buscar el vellocino.

Este terminó estando tirado bajo unos escombros de pared que había tirado Polifemo en un ataque de rabia. Estos tenía que retirar un montón de piedras de encima y no hacer un solo ruido.

Percy y los demás comenzaron a trabajar con mucho cuidado mientras escuchaban a Tyson hablar con Polifemo. Estos movieron las rocas de una en una, a veces entre varios y más de una vez recibieron un pequeño infarto por parte de una pequeña piedra caía al suelo haciendo un pequeño ruido, pero gracias a Tyson esto no se notaba.

Después de unos minutos de una conversación de temas cambiantes Percy y los demás consiguieron llegar hasta el vellocino en más o menos la mitad de su superficie. Ya habían esperado un tiempo y Clarisse comenzó a trabajar más rápido y eso hizo que una piedra cayera con más fuerza.

Esto hizo que Polifemo se levantara e ignorara lo que le decía Tyson. Este, completamente ciego llegó a la cámara en la que estaban los semidioses. Estos se congelaron en el sitio mientras mandaban miradas de odio hacia la hija de Ares, la cual solo miraba al cíclope como si quisiera saltar sobre él y luchar.

En ese momento Annabeth se adelantó a todos y dijo lo siguiente.

- Veo que sigues ciego grandísimo inepto. - Dijo Annabeth sonando lo más casual posible.

- ¿Quién eres? - Dijo Polifemo.

- Me sorprende que no me recuerdes. - Dijo Annabeth mientras se movía por la cámara haciendo que que el cíclope la siguiese alejándose de sus compañeros. - Yo soy Nadie.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora