El olvido de un dios

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El grupo se había metido en una cámara por debajo de donde estaban, allí estaba Pan, el dios de la naturaleza sentado, como si estuviese esperando a alguien en concreto. Rachel no sabía muy bien quien era el ser que tenían delante, Nico tenía una idea gracia a su juego de cartas y Percy y Grover lo conocían muy bien, un por ser uno de sus descendientes como Sátiro y el otro al trabajar en la propia naturaleza con sus hermanas cazadoras.

- ¿Pan? - Dijo la voz de Grover entrecortada abrumado por sus sentimientos actuales. - ¿Es usted?

El sátiro enorme miró a su descendiente y con una sonrisa tranquila le respondió.

- Así es joven sátiro. - Dijo Pan con calma. - No pensé que me encontrarían en un momento tan cercano como en el que estoy ahora.

- ¿Cercano a qué? - Dijo Rachel un poco confundida.

- Al olvido. - Dijo el dios con calma. - Cuando un dios es olvidado por una gran parte de la población su esencia cae en el olvido desapareciendo de este mundo. - Este explicó. - No pasa siempre con todos los dioses, los dioses primordiales cayeron en un profundo sueño, otros fueron olvidados y fueron entregando sus dominios a dioses nuevo como pasó con Selene y Helios cuando entregaron sus dominios a Artemisa y Apolo, pero para algunos de ellos desaparecen y solo quedan vestigios de él.

- En resumen. - Dijo Nico intentando calmar un poco su mente. - ¿Te estás muriendo?

- Se podría decir que si. - Dijo Pan con la calma de un abuelo. - No os debéis preocupar por mi, yo voy a estar bien, después de todo, sea cumplido uno de mis últimos deseos, que alguien me encuentre y se lleve con sigo, en su memoria, un pequeño legado en el que yo tuviese algo que ver.

- Pero no te puedes ir. - Dijo Grover con la voz entrecortada. - Todos los sátiros hemos estado buscándole durante siglos, no podemos perderle ahora, cuando por fin podemos encontrarlo.

- Por desgracia no es algo que yo pudiese decidir. - Dijo Pan con calma y una sonrisa tranquila. - Ahora tenéis que seguir a delante, si no recuerdo mal, vuestros amigos están teniendo problemas en el campamento.

Después de decir esas palabras este comenzó a brillar poco a poco hasta que su forma corpórea comenzó a desaparecer hasta que ya no quedó nada en la cámara. En ese momento Grover cayó al suelo con lagrimas en los ojos.

Percy intentó consolarlo, pero esas palabras que había dicho el dios ahora olvidado le estaba preocupando. Al parecer, el propio Grover se había forzado a levantarse el mismo y continuar para llegar al campamento.

Rachel continuó guiando al pequeño grupo por los pasillos del laberinto. El camino fue largo y tortuoso ya que no sabían en que momento podrían ser emboscado por monstruos o semidioses rebeldes que estuviesen por el lugar.

Después de unos minutos que parecieron horas vieron algo que no podría ser catalogado como una escena normal sino como una de guerra.

Con Thalia y Annabeth.

Ellas dos se separaron de Percy y Grover junto con Quintus para ir al campamento. Por lo que habían visto habían un montón de enemigos cerca del campamento, por lo que Quintus, o Dédalo, había indicado el camino para poder ir.

Al saber que la entrada al campamento estaba completamente llena de enemigos, Dédalo creo una salida más cercana al campamento sin que los demás se diesen cuenta y salieron cerca de la hoguera del campamento donde todos los semidioses estaban con Quirón organizando la actividades del día.

Todos se callaron al momento que los vieron salir y el propio Quirón fue a recibirles con una mirada confundida.

- ¿Qué significa esto? - Dijo el centauro confundido.

- Quirón. - Dijo Dédalo con toda la calma que tenía. - Tenemos que organizarnos, hay semidioses aliados con Luke para atacar el campamento, están cerca del puño de Zeus, no sé cuando van a entrar, pero tenemos que preparar a los semidioses.

Quirón, la escuchar eso, pasó a ser muy serio y comenzó a vociferar comandos a todos los semidioses que acataron de inmediato y comenzaron a tomar posiciones. Thalia corrió para unirse a los hijos de Ares y Hermes para estar en la vanguardia, Annabeth se unió a sus hermanos para elaborar estrategias y los demás semidioses fueron a sus puestos predefinidos, Cazadoras e hijos de Apolo se quedaron en la retaguardia para dar apolo junto con los hijos de Afrodita, los hijos de Demeter se fueron con los hijos de Diniso para hacer trampas con vides y plantas para inpedir el paso y los hijos de Hefesto fueron a la armería a preparar todas las armas que pudieran usar y estar listos para reparar cualquier arma que pudiera romperse.

Todos se armaron y se pusieron armaduras listos para entrar al combate, pero no hubo tiempo suficiente para todos. De un momento a otro, de la zona del puño de Zeus se abrió dejando ver a un montón de canes infernales, empusas, drakaenaes y arpías lanzandose sobre los semidioses mientras los semidioses rebeldes se tomaban su tiempo para salir.

Inmediatamente, las cazadoras y los hijos de Apolo comenzaron a pelear contras las arpías que se mantenían en el aire con la intención de tirarlas para que los demás las remataran. Los hijos de Ares, Hermes y Thalia fueron corriendo hacia los monstruos terrestres y  rápidamente se organizaron  en pequeños grupos para lidiar con los monstruos mientras que otros iban directos hacia los rebeldes para intentar frenarlos.

En un primer momento, los semidioses del campamento pudieron con los monstruos no sin antes gastar mucha energía con ellos, lo que hizo que los rebeldes tuviesen más oportunidades con ellos.

De entre las filas se pudieron distinguir rostros que hasta hace solo unos meses se habían estado sentando con ellos en las mesas del comedor disfrutando de juegos y risas los unos con los otros, pero ahora estaban alzando sus espadas entre ellos y los rebeldes no parecía importarles y atacaban con claras intenciones homicidas.

Thalia se había encargado de paralizar a los enemigos el suficiente tiempo como para que los hijos de Hermes y sus compañeros de cabaña neutralizaran a los rebeldes. En sus primeros intentos había salido bien, pero con el tiempo comenzó a cansarse y tuvo que luchar con su lanza y escudo.

Debido a eso pudo derrotar a un par de semidioses, pero empezó a tener complicaciones cuando un grupo de semidioses comenzó a rodearla haciendo que ella no pudiese seguir mucho el ritmo.

En más de una ocasión casi recibía algún golpe mortal de no ser por Sophie, la cual se había adelantado lo suficiente como para darle apoyo a la hija de Zeus arriesgando su propia seguridad usando tanto su cuchillo como su arco.

Ellas pudieron manejar un poco la situación, pero a su alrededor pudieron ver como los semidioses a su alrededor caían en combate, esto le causaba cierto odio a Thalia y dolor a Sophie ya que si ahora los semidioses caían, como su hermanos, también podrían estar cayendo sus compañeras cazadoras.

Había comenzado a haber bajas en los dos bandos, incluso Thalia se vio obligada a matar a algunos de los enemigos pero ya había llegado a un punto en el que obtuvo una mentalidad de que eran ellos o ella. Esto era la guerra.

Cuando por fin pensaron que habían llegado a un punto que pensaron que podrían amnejarlo y casi tenían la victoria aparecieron más rebeldes, monstruos y alguien que Thalia pensó que ya no sería un problema.

Luke había aparecido en escena mientras un gran grito atronador se hacía presente. Había llegado el gran jefe.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora