El día que Annabeth intentó nadar con una sirena

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Los tres habían robado un barco que parecía ser un barco pirata del puerto del spa de Circe, pero ninguno de ellos sabía como navegar con un barco de vela y mucho menos uno tan grande como este.

Thalia no sabía muy bien como salir del puerto, pero sabía que no había un manual de instrucciones como en los coches para ponerlo en marcha. Los tres comenzaron a buscar en todo el barco solo para encontrar botellas de ron en muy mal estado, madera podrida que no aguantaría mucho si le diesen un golpe y barriles con comida que se había echado a perder hace mucho tiempo.

Con el tiempo encontraron lo que parecía ser una pértiga o un trozo de madera largo. Percy tuvo una idea y agarró el palo para comenzar a empujar el barco. El pobre estaba haciendo toda la fuerza que podía pero no había conseguido mover el barco. Se le sumó Annabeth y Thalia y con la ayuda de los tres, y una misteriosa ola que apareció de la nada que posteriormente explicarían como un cambio en la marea del triangulo, pudieron salir para luego tirar de todas las cuerdas que había de los mástiles hasta que la vela se desplegó y pudieron comenzar a navegar por el mar.

Percy comenzó a observar el cielo, este estaba comenzando a despejarse por lo que se fue bajo cubierta llamando la atención de Thalia.

- Necesitamos su ayuda. - Dijo la hija de Zeus. - Annabeth, ¿Podrías bajar y preguntarle como podríamos saber que dirección tomar?

La hija de atenea asintió y lo siguió. Esta bajó hasta que legó a la despensa donde estaba sentado en un barril en la penumbra mientras observaba lo que había.

- ¿Buscando un posible pasatiempo? - Dijo la hija de Atenea.

- Sí, no sé cuanto tiempo quedará de sol, por lo que puede que me quede aquí abajo un buen tiempo. - Dijo Percy con desgana. - Y mi ropa de protección se perdió en la explosión del barco, por lo que no puedo estar bajo la luz del sol sin quemarme.

- Thalia me ha mandado para que me enseñes a cómo saber orientarnos. - Dijo Annabeth en un tono serio. - ¿Cómo podemos orientarnos?

- De día es difícil. - Dijo Percy. - Lo más lógico sería esperar a que llegara la noche, pero sin un reloj es complicado saber cuanto queda. - Annabeth miró a Percy durante un rato hasta que este se dio cuenta de una cosa. - Para calcular el tiempo necesitas tu mano, usa los cuatro dedos de la mano, no uses el pulgar. Cada dedo es un cuarto de hora, si usas os cuatro te da una hora. Coloca la mano pegada al sol y calcula, el barco explotó por la noche, por lo que puede que sea de mañana tirando al medio día, por lo que tienes que estar un poco más atenta a la posición del sol.

Ella asintió y salió de la despensa, dirigió su vista al cielo y vio que el sol estaba un poco más alto que solía estar por la mañana, por lo que  el este estaba delante de ella. Colocó los dedos como le había dicho Percy y calculó ocho manos, por lo que debían ser las doce del medio día y sabiendo que el sol había salido por un lado sabían a donde tenían que ir.

Marcando un rumbo aproximado de sureste comenzaron a navegar. Thalia comenzaba a sentirse un poco mal por la marea, por lo que fijó el rumbo dejando fijo el timón y se fue bajo cubierta a descansar un poco a descansar junto con Annabeth.

Muchos dirían que es imprudente dejar al barco sin vigilancia cuando está en movimiento, pero ahora mismo no había nada que le impidiera el paso por el momento. Cuando bajaron llegaron a la despensa donde estaba Percy tirado en el suelo mirando al techo.

- ¿Podemos saber que haces? - Dijo Thalia confundida por ver al chico en el suelo.

- Observo los nudos de la madera. - Dijo Percy confundiendo aún más a la hija de Zeus llenando de curiosidad a la hija de Atenea. - Si tienes imaginaciones puedes ver caras en la madera, incluso puedes ver caras de animales si tienes una gran imaginación.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora