Hijo de la luna

Saliendo de Ogigia

Percy había asumido que tendría que pasar una prueba para poder salir de la isla ya que cuando ase alejaba nadando terminaba de nuevo llegando a la costa confundiendo más al chico ya que nunca recordaba dar la vuelta y no sentía la fuerza de las corrientes sobre él. Rápidamente pensó que podría ser una prueba de valentía impuesta por los dioses que tantas veces le contó Zöe cuando era pequeño, por lo que rápidamente montó puestos improvisados de vigilancia y cacería pero en tan solo unas pocas horas se dio cuenta de que no había vida salvaje hostil ni monstruos en la isla, por lo que terminó haciendo el ridículo según él y haciendo que Calipso se riera un poco por las tonterías que estaba haciendo.

Rápidamente pensó que sería una prueba de valía, por lo que se limitó a ayudar a la chica en todo lo que pudo. Si ella iba a buscar frutas para comer él la acompañaba y de paso cargaba parte de la carga, si ella quería hacerse cargo de las flores que cuidaba allí estaba él intentando ser útil para la chica y si ella se disponía a lavar su ropa este se encargaría de lavar las prendas que no eran delicadas.

Como era de esperar, ninguna de las cosas hechas con anterioridad había conseguido sacarlo de la isla causando que este se deprimiera un poco causando que Calipso tuviera que consolarlo como ella podía.

En el primer día, Percy había intentado interpretar la prueba que tenía por delante y había fallado por completo en ello. tardó en darse cuenta de que ya había se había puesto el sol y que tendría que buscarse la vida para poder dormir a gusto. Debido a eso este comenzó a buscar la forma de hacerse una cama en la rama de un árbol.

- ¿Qué estás haciendo? - Dijo la voz de Calipso a la espalda de Percy.

- Estoy haciendo una cama de árbol. - Dijo Percy mientras reunía ramas caídas y trozos de malezas para su cama. - Así podré dormir sin tener que molestarte.

- Puedo hacerte una cama de paja. - Dijo la chica. - Y no me molesta que quieras dormir en mi misma tienda.

- Pero no sería lo correcto. - Dijo Percy sin dejar de hacer su tarea. - Soy un hombre, no debería dormir con una mujer si no tengo la suficiente confianza que tengo con mi familia, sino, sería deshonroso para ti.

- ¿Sabes en el año en el que vivimos? - Dijo Calipso mientras reía. - Esa mentalidad terminó hace como, cien años o así.

- ¿Tú crees? - Dijo este mirándola por primera vez.

- Sí, anda vente. - Dijo esta mientras lo guiaba a su tienda. - Aunque no lo creas mi tienda es más grande de lo que parece, por lo que puedo hacer dos camas sin ningún problema.

Percy miró el interior de la tienda y vio que sin ningún problema cabían cuatro camas si las juntaban mucho. En poco tiempo Calipso logró hacer una cama de paja y la colocó a una lado de la tienda.

En cuanto ella la terminó le hizo un gesto para que este la probara y este accedió. Como era de esperar de una cama de paja, esta le causaba picores en el cuerpo, pero no eran insoportables, era "cómoda" ya que era mucho mejor que dormir en el suelo.

Poco después de eso Calipso le deseó una buena noche haciendo que Percy respondiera lo mismo y procediera a cerrar los ojos para dormir. La noche pasó sin mucho contratiempo, Percy había tenido un sueño normal en mucho tiempo y no uno de semidiós. Este soñó que se iba de comprar con Sophie a un montón de tiendas de ropa para él mientras esta decía una y otra vez, "Te queda estupendamente." con todo lo que me probaba.

Al final se despertó con la primera luz del día, justo a tiempo para ver como Calipso también se despertara y se estiraba. Esto hizo que su figura se acentuara bajo su ropa haciendo que Percy sintiera calor en sus mejillas y apartara la vista.