Westover Hall

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La caza actualmente estaba de camino al lugar al que tenían que ir por mandado de Zeus. Una mantícora había sido vista y cerca había indicios de que por lo menos un semidiós estaba viviendo cerca de Maine. El rey de los dioses solo había mencionado que la mantícora en cuestión tenía una apariencia cerca a la de un erizo que podía lanzar su púas a modo de ataque.

Artemisa le había explicado brevemente que la mantícora era un monstruo con el que no se podía ir confiado debido a que esta tenía el poder de envenenar a sus enemigos con su cola y púas. Las cazadoras asintieron y rápidamente se pusieron en marcha y con la mentalidad de cazar a una bestia poderosa.

Percy estaba corriendo con los lobos en la parte media del grupo de cazadoras, si tenía que decir algo que no le gustara a de la cacería sería que tenían que ir corriendo a todos lados ya que si no llamarían mucho la atención de gente no deseada, por lo que tendría que seguir corriendo.

El camino hacia Maine no era muy largo por así decirlo, Jackson estaba a no más de cien kilómetros de distancia, por lo que no tardarían mucho en llegar. Ellos salieron por la mañana de su campamento base por lo que llegarían en la noche como muy tarde.

Poco a poco, Percy, pudo notar que la temperatura  estaba comenzando a bajar, ya sea porque se estaban acercando la noche o porque estaba yendo en dirección norte, pero la temperatura estaba bajando y Percy lo notaba. Llegó un momento en el que vieron como la nieve se había acumulado y dejaba paso a una vista blanca.

Siguieron corriendo hasta que los lobos captaron un olor extraño y comenzaron a correr en una dirección en especifico y a una zona en la que se avisaba que había cerca un precipicio y se pedía que se fuese con cuidado. Mientras más avanzaban en esa zona se hizo presente un ruido que la gente normal no hace.

Gruñidos guturales y gritos de chicos, por lo que se dieron prisa y unos segundos más tarde se encontraron con una criatura con cabeza felina, cuerpo grande, espalda con púas y cola de escorpión que estaba delante de la hija de Zeus y de los dos chicos que había visto en su sueño.

Antes, con Thalia.

Thalia había conseguido que Argos los llevara  al punto de la misión bajo la condición de que solo tendría que ir con ellas, en el momento en el que ella y Annabeth dejaran el coche este se iría a seguir trabajando en el campamento. Grover se había puesto en contacto con ella para que le ayudaran a sacar de un internado militar a una pareja de hermanos que olían a semidioses.

Normalmente, Grover no pediría ayuda, pero el hecho de que fuesen dos los semidioses le había hecho pedir ayuda por un posible ataque que podría causar una posible muerte como pasó la vez en la que ella y Annabeth llegaron al campamento.

Cuando llegaron al destino vieron como un hombre vestido como si fuese un profesor de matemáticas estaba en la puerta con lo que parecía ser una carpeta con un folio en el que apuntaba cosas.

Tanto Thalia como Annabeth pensaron que era una especie de profesor haciendo guardia para que nadie se escapara y para los que había salido volviesen. Con cautela caminaron hacia él haciendo que la confusión se apoderara de Annabeth, en ningún momento ella había escuchado que se aproximarían a un profesor para pedir indicaciones o algo por el estilo.

Unos segundos más tarde, el profesor se dio cuenta de la presencia de las dos chicas y alzó la mirada para verlas.

- No me suena haberlas visto en clase. - Dijo el profesor con un raro acento. - Nombre.

- Somos Thalia y Annabeth. - Dijo la hija de Zeus mientras chasqueaba los dedos delante de ella. - Somos estudiantes y acabamos de llegar después de salir.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora