Una limpieza y un cautivo deprimido

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El grupo pareció empezar a moverse para ir al mandado que le había hecho Gerión, pero este procedió a pausar la marcha de los semidioses.

- Oh, bueno, no podéis ir todos. - Dijo el ser con tres cabezas y tres torsos. - Eso asustaría a los caballos y los pondría muy agresivos, por lo que solo puede ir uno de vosotros.

- Oye, eso no lo habías dicho. - Dijo Thalia un poco enfadada por el gigante.

El solo se encogió de hombros haciendo que lo que vieron los semidioses y sus dos acompañantes algo muy raro y que no les molestaría no volver a verlo. Después de eso el ser gigante chasqueó los dedos haciendo que unas ataduras que tomaron a Rachel, Annabeth, Grover y Thalia dejando solo a Percy.

- Bueno, como no me ibais a hacer caso me veo obligado a hacer esto. - Dijo este con una sonrisa. - Tu, chico, ve a limpiar, cuando lo hagas liberaré a tus compañeros, por el momento ve y haz el trabajo.

Percy vio a sus compañeros y estos le indicaron que hiciese el mismo trabajo. Apretando los dientes este se fue en la dirección que le había enseñado Gerión. En un primer momento pensó en matar al gigante y largarse del lugar, pero el hecho de que estaba el hijo de Ares trabajando para él podría haber sido un problema, por lo que no podría jugársela así.

Poco a poco se fue acercando a las cuadras de Augías y en el momento que llegó pudo ver los caballos carnívoros. Estos seres le parecieron caballos normales y corrientes, pero el hecho de que uno le tiró un mordisco cuando estuvo lo suficientemente cerca haciendo que este le diese una bofetada al caballo lo que hizo que este retrocediera un poco por la confusión.

Miró un poco el panorama que era limpiar todo. No era muy agradable a la vista, había restos de carne podrida que los caballos no se habían comido, restos de porquería de los desechos de los caballos y suciedad en general.

Lo primero que se le vino a la cabeza fue "¿Cómo voy a limpiarlo?", pensó en limpiarlo usando el dominio de la caza para intimidar a los caballos y hacer que se mantengan quietos, pero eso solo se podría hacer si mantenía el contacto visual con todas las criaturas en su campo de visión, por lo que tendría que limpiar sin mirar y no haría un buen trabajo y puede que no liberara a sus amigos.

Luego llegó a su mente el limpiarlo con agua a presión y ya que había aprendido a manipular cosas que tienen el dominio de Poseidón, por lo que podría manipular el agua, por lo que podría limpiarlo fácilmente sin problemas, además no tendría que preocuparse por los caballos ya que con el agua los mantendría alejados de él.

Rápidamente buscó a los alrededores una fuente de agua para cumplir con su propósito y al final tuvo su recompensa ya que pudo ver un río a lo lejos que podría usar para la limpieza, por lo que fue al río. Este tenía un buen flujo de agua y este comenzó a intentar manipular el agua y poco después comenzó a sentir como un tirón comenzaba a ser presente en sus entrañas pero todo se detuvo en el momento que escuchó la voz de una chica justo en frente de él.

- ¡Deja de usar el agua! - Dijo esta en un tono nervioso mientras intentaba verse amenazante.

- ¿Quién eres? - Dijo Percy confundido.

- Soy la nereida que vive en este río, y sé lo que quieres hacer, por lo que no te voy a dejar hacerlo. - Dijo mientras se ponía en una posición de ataque mientras su cuerpo temblaba.

En ese momento Percy se dio cuenta de que ella no quería que usara el agua ya que ella vivía allí y era completamente lógico que no quería que su casa se llenara de desechos, aparte sabía que ella quería defender su río incluso sabiendo que perdería en un combate.

- Tranquila, no usaré el agua. - Dijo Percy intentando tranquilizar a la nereida. - Pero tendría que limpiar esas cuadras, ¿me podrías ayudar a buscar una forma?

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora